Insectos se achicaron por culpa de predadores

Los insectos de la prehistoria eran gigantescos, con una apertura de las alas que llegaba a los 70 centímetros, pero la llegada de los predadores los obligó a empequeñecerse.

El hallazgo, anunciado en la revista de la Academia de Ciencias Norteamericana (PNAS), se debe a dos investigadores estadounidenses, Matthew Clapham y Jered Karr, de la Universidad de California en Santa Cruz.

Para determinar los factores que generan el tamaño máximo de los insectos, los investigadores pusieron a punto un banco de datos que comprende más de 10 500 insectos fósiles y cubre unos 320 millones de años.

La "colección" de insectos fósiles permitió descubrir que los insectos gigantescos dominaban los cielos prehistóricos cuando la atmósfera de la Tierra era rica en oxígeno, pero este proceso se detuvo después de unos 150 millones de años de evolución de los insectos, con la llegada de los pájaros.

Los insectos alcanzaron sus dimensiones máximas hace unos 300 millones de años, cuando existían libélulas gigantescas que tenían una apertura alar de 70 centímetros.

Según los expertos, fueron las elevadas concentraciones de oxígeno en la atmósfera (alrededor del 30 por ciento, respecto del 21 por ciento actual) lo que hizo crecer a los insectos, que respiran a través de pequeños tubos de respiración en lugar de pulmones.

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