Siete candidatas aspiran a ser la nueva Ñusta Andina del país

Rosa Oliva Loja, de Suscal, es una de las candidatas al concurso de Ñusta Andina. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Rosa Oliva Loja, de Suscal, es una de las candidatas al concurso de Ñusta Andina. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Rosa Oliva Loja, de Suscal, es una de las candidatas al concurso de Ñusta Andina. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Vistiendo sus trajes originarios, las candidatas inscritas en el certamen de belleza Ñusta Andina hablaron sobre el rol de la mujer indígena en la sociedad actual. Ellas representas a siete pueblos indígenas de la Sierra y de la Amazonía.

El conversatorio, que estuvo acompañado de un desfile, se realizó el viernes 1, en Riobamba, y fue un preámbulo a la elección de la Ñusta Andina, que se realizará este 28 de julio en el teatro de la Universidad Central del Ecuador (Quito).

Esta será la segunda ocasión en que los pueblos indígenas elegirán una representante de belleza. “El certamen Ñusta Andina se creó con el propósito de visibilizar a las mujeres indígenas, sus cualidades físicas, pero también sus dotes de líderes de sus comunidades”, contó Inti Daquilema, coordinador de la organización intercultural.

Según Daquilema, las Ñustas se escogen de acuerdo con parámetros diferentes a los certámenes de belleza occidentales. Las candidatas deben ser elegidas en sus comunidades por su liderazgo y habilidad pero, sobre todo, por el interés que muestran en rescatar las prácticas culturales de sus pueblos.

Las candidatas lucieron los trajes de gala que se utilizan en sus comunidades únicamente durante las festividades especiales. De hecho, las estrategias para motivar a los jóvenes a usar esta ropa fue uno de los temas más debatidos durante el conversatorio.

“La migración nos afectó en muchos sentidos. Los jóvenes que dejan el campo para estudiar o trabajar en la ciudad ya no usan la ropa, porque se sienten avergonzados”, opinó Aida Quilumbaquín, una candidata.

Ella es oriunda de la comunidad González Suárez y representa al pueblo Kayambi. Su propuesta, en caso de ser electa la nueva Ñusta del Ecuador, es realizar más eventos de moda y documentales audiovisuales, para demostrar que los jóvenes pueden lucir a la moda sin alterar su cultura.

Karla Narváez, representante del pueblo Quijos, de Napo, vistió una pacha roja (túnica), y accesorios hechos con hilos de pita y semillas. Ella contó que cuando la modernidad llegó a su comunidad, las prendas hechas únicamente de semillas se sustituyeron por otras hechas con algodón, pero que las mujeres las fusionaron con los tejidos de semillas que se hacían antaño.

“No se trata de sentirse incómoda con la ropa, sino de amar lo que representa. Preservar la cultura no significa estancarnos y no progresar, sino convivir con la modernidad sin olvidar lo que nos diferencia como pueblo”, dijo Narváez.

Otro tema que se discutió en el evento fue la preservación de las lenguas maternas y la educación. Las jóvenes propusieron la creación de nuevos espacios en los medios de comunicación para motivar a sus pares a seguir hablando en kichwa e iniciar programas de educación infantil.

“Los niños son quienes deben rescatar la lengua materna. Si ellos se enamoran de su idioma y de su cultura, la preservación de nuestro idioma está asegurada. Como Ñustas podemos desarrollar proyectos creativos para captar la atención de los niños”, dijo Cristina Fernández, representante de Gualaceo.

La agenda de las candidatas continuará esta semana en Quito. Ellas visitarán la Ñusta Andina, donde expondrán sus proyectos para fomentar la interculturalidad. También explicarán las particularidades y problemáticas de sus pueblos.