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La Biblioteca Nacional del Ecuador sigue en etapa de transición

La Biblioteca Nacional funcionará en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.

La Biblioteca Nacional funcionará en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.

La Biblioteca Nacional funcionará en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.

Este es el segundo año consecutivo que el país celebra el Día Internacional de las Bibliotecas (24 de octubre) con una Biblioteca Nacional que funciona administrativamente, pero que todavía no presta atención al público.

Si un estudiante, un investigador o un académico nacional o extranjero quiere realizar una consulta física en uno de sus fondos bibliográficos, tiene que acercarse a la biblioteca de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE).

La Biblioteca Nacional del Ecuador se adscribió a esta institución cultural en 1944 y se mudó al Edificio de los Espejos en 1983, año en el que fusionó sus fondos con los de la biblioteca de la CCE.

Desde el 19 de septiembre del 2018, la Biblioteca Nacional se transformó en una Entidad Operativa Desconcentrada (EOD) del Ministerio de Cultura y Patrimonio. Una de las implicaciones de este cambio, a más de la separación de la biblioteca de la CCE, es que se convierte en la cabeza de la Red Nacional de Bibliotecas.

Sara Bolaños, directora de la biblioteca de la CCE, explica que los fondos de la Biblioteca Nacional todavía siguen en este espacio, porque aún no se ha realizado su transferencia jurídica. La funcionaria añade que Camilo Restrepo, presidente de la institución, envió al Ministerio de Cultura y Patrimonio una propuesta de metodología para el traspaso de los fondos bibliográficos.

“Hay dos colecciones claramente identificables. La del patrimonio bibliográfico ecuatoriano, que reúne a todos los autores ecuatorianos, desde las primeras publicaciones hasta la actualidad, y otra colección más general, que debería asumir la CCE”, explica.

Otra de las razones para que las colecciones continúen en la biblioteca de la CCE es que la Biblioteca Nacional, hasta el mes pasado, no contaba con un edificio propio para sus fondos bibliográficos.

Sin embargo, Katia Flor, directora de este repositorio, confirma que el Ministerio de Cultura y Patrimonio y el Municipio de Quito llegaron a un acuerdo para que la Biblioteca Nacional funcione en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo, ubicado en el centro norte de Quito.

Por su parte, Catalina Tello, subsecretaria de Memoria Social del Ministerio de Cultura y Patrimonio, explica que todavía no existe una fecha definida para la reapertura de la biblioteca, pero lo más probable es que entre en funcionamiento para el primer trimestre del 2020.

Una de las tareas pendientes de la Biblioteca Nacional es la articulación de la Red Nacional de Bibliotecas. Al respecto, Consuelo Gaitán, exdirectora de la Biblioteca Nacional de Colombia, sostiene que en la actualidad las bibliotecas tienen que insertarse en las comunidades, como una herramienta para ayudar a generar las transformaciones sociales que cada población requiere.

“En Colombia -cuenta Gaitán- hay la red de Bibliotecas Públicas de Colombia que reúne a 1 520 espacios. Acá las bibliotecas han sido muy importantes para el proceso de paz. Haber instalado bibliotecas en las regiones en las que viven los excombatientes ha servido para que su reintegración en la vida civil sea más fácil”.

Flor sostiene que en el país no se puede pensar en la creación de la Red Nacional de Bibliotecas como un proceso que se genere de un día para otro. “Lo primero que estamos haciendo es trabajar en el levantamiento de un catastro en todo el país. Hasta el primer semestre del año se registraron 500 repositorios”.