Desde finales de junio, Canadá y EE.UU. han enfrentado temperaturas altas que ya han roto todos los récords. Lytton, una localidad canadiense en el Suroeste, ha sido una de las más afectadas. Los termómetros superaron los 49 °C, que son 20 °C sobre el promedio en esta época del año.
Cientos de personas han muerto en Canadá y EE.UU. a causa del calor extremo. Además, Lytton prácticamente desapareció tras los incendios que también se propagaron por las altas temperaturas y por la falta de humedad y precipitaciones.
¿Qué es una ola de calor?
Es un incremento fuerte y sostenido de la temperatura que dura no menos de cinco días, de acuerdo con Davy Carrión, Director de la Red Nacional de Observación Meteorológica. “Estos fenómenos se exacerban por el cambio climático”, asegura.
¿Cómo incide el cambio climático?
Este evento extremo es provocado por el cambio climático. Los gases de efecto invernadero provocan que la atmósfera absorba la radiación solar de onda larga, causando que la temperatura del aire se incremente. Entonces, los eventos que eran cíclicos aumentan en intensidad y periodicidad. “Ahora casi nada está regularizado, hay una variación en temporalidades, periodicidades y frecuencias”, dice Humberto Re, Ingeniero Ambiental y exsubsecretario de Cambio Climático.
¿Qué sucedió a nivel meteorológico?
“El principal parámetro atmosférico involucrado dentro del transporte de propiedades térmicas y físicas es el aire en movimiento, el viento”, explica Carrión para arrancar con una descripción de los fenómenos que se sucedieron.
Las masas de aire calientes del ecuador tienden a desplazarse hacia el Norte, donde el aire es frío y seco, como una forma natural de balance. Durante el verano, que se inició el 21 de junio en el hemisferio norte, este desplazamiento es más largo.
El aire cálido se choca con el aire frío del Norte y se produce un ‘jet stream’, que se mueve hacia el Este, contrario a la rotación de la Tierra. Los ‘jet streams’ son movimientos horizontales con ondas de longitud amplia. Las ondas producen zonas de alta presión, es decir, zonas en donde se produce mucho calor. El resultado es que se despeja el cielo y aumenta la temperatura.
“Estas ondas se mueven alrededor del planeta, no son estacionarias. Lo anómalo es la estacionalidad que se genera por bloqueos de tipo omega”, dice Carrión.
¿Qué es el bloqueo de tipo omega?
Son sistemas que dependen de las propiedades físicas del aire, como las térmicas, de densidad, de velocidad, entre otras. A veces, estos sistemas tienen una carga fuerte de densidad, entonces se vuelven pesados y se estacionan.
Este bloqueo de tipo omega se ‘parqueó’ al noreste del continente americano, provocando que el ‘jet stream’ no pueda fluir con normalidad, y por lo tanto, cause esta ola de calor sin precedentes.
El bloqueo, al mismo tiempo, genera fenómenos de liberación de energía como tormentas o huracanes. De esta manera se libera energía y se debilita, lo que provoca que el ‘jet stream’ se desplace hacia el Este. Por eso, en los últimos días las temperaturas han bajado, aunque todavía no regresan del todo a la normalidad.
¿Hubo otros fenómenos que incidieron en la ola de calor?
Rasa Zalakeviciute, docente investigadora en ingeniería ambiental de la UDLA (Universidad de las Américas), dice que el Fenómeno de La Niña que se vivió este año también incide en el aumento de las temperaturas en el hemisferio norte.
¿Cómo evitar las olas de calor?
Las acciones, tanto públicas como privadas, deben estar encaminadas a disminuir la emisión de gases de efecto invernadero. Esto se logra cuando los países se comprometen a cambiar las matrices productivas para reducir la emisión de gases como CO2 y metano.
También es posible cuando las localidades, de acuerdo con Zalakeviciute, buscan reverdecer sus espacios públicos y ofrecer sistemas de transporte más eficientes, como el esperado Metro de Quito.
Por último, los ciudadanos también pueden realizar acciones que contribuyan a la disminución de gases. Por ejemplo, cambiar el uso de focos incandescentes por focos led.
“Tiene que haber incentivos en política pública y debe haber total convicción, porque si no actuamos, el futuro será catastrófico”, finaliza Humberto Re.