Los incendios forestales son una de las principales causas de la destrucción de los bosques y la pérdida de biodiversidad en Ecuador. Desde el 2012 hasta el 2020 se han perdido más de 190 000 hectáreas por estos eventos.
Estas cifras fueron presentadas, este martes 3 de agosto del 2021, durante la presentación de la campaña nacional ‘No más incendios forestales’, liderada por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica.
Glenda Ortega, subsecretaria de Patrimonio Natural de esta Cartera del Estado, explicó que, mediante esta iniciativa, se impulsarán acciones enfocadas en la gestión de paisajes para prevenir estos eventos.
La idea es abordar la problemática desde distintos ámbitos como ambiente, salud, educación, agricultura, turismo y gestión de riesgos. Por eso, estarán involucrados los diferentes ministerios.
Ortega dijo que los incendios forestales afectan principalmente a bosques secos y montanos, tierras agropecuarias y páramos. Estos últimos tienen una gran importancia hídrica para todos los ecuatorianos.
Según estadísticas del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, el 80% de los incendios registrados entre el 2010 y el 2018 ocurrieron en la Sierra, el 19% en la Costa y el 1% en la Amazonía y Galápagos.
Las provincias con mayor afectación históricamente en la Sierra han sido Loja, Pichincha, Imbabura, Chimborazo y Azuay. En la Sierra están El Oro, Guayas, Manabí y Santa Elena.
Cada año se pierden alrededor de 20 000 hectáreas en Ecuador. Solo en el 2020 se perdieron más de 27 000 hectáreas de cobertura vegetal en el país en 2 336 eventos. Las provincias más afectadas durante el año pasado fueron Loja, Pichincha, Azuay, Guayas y Chimborazo.
Rodrigo Rosero, subsecretario General del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, cuenta que desde el 2019 hasta julio de este 2021 se han perdido 51 600 hectáreas en el país.
Para Rosero, es importante enfocarse en el control de quemas agrícolas y quemas intencionales, ya que los incendios se producen tanto en zonas urbanas como rurales. La idea de la campaña es reducir estas cifras y fortalecer también la capacidad de los bomberos para combatir los incendios.