Unos 3 600 millones de personas tienen problemas de acceso al agua al menos durante un mes al año, cifra que podría aumentar hasta más de 5 000 millones a mediados de siglo, según alerta Organización Meteorológica Mundial (OMM) en un informe sobre la disponibilidad de agua dulce en el planeta.
La agencia de la ONU evalúa el impacto del cambio climático, medioambiental y social en los recursos hídricos, para que estos puedan gestionarse mejor frente a una demanda cada vez mayor.
Se trata del primer informe que la OMM dedica específicamente a los recursos hídricos. Allí destaca que en 2021 dos tercios de la superficie terrestre tuvieron flujos fluviales por debajo de la media de los pasados 30 años, mientras que solo un tercio estuvo por encima o a niveles promedio.
En una época caracterizada por la creciente demanda del líquido elemento y un limitado suministro, el agua está además relacionada con un 74% de los desastres naturales (sequías, inundaciones, tormentas), recordó el informe de la agencia de Naciones Unidas.
Sequías e inundaciones
“Los impactos del cambio climático suelen manifestarse por medio del agua, con sequías más intensas y frecuentes, inundaciones más extremas, lluvias estacionales más irregulares y la aceleración de la fusión de los glaciares”, subrayó al respecto el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
El informe destaca como zonas donde el flujo fluvial fue inferior a la media en 2021 a Río de la Plata y al sur y sureste de la Amazonía (Sudamérica) y a las cuencas de los ríos Colorado, Missouri y Mississippi, en Norteamérica.
En África también hubo menos caudal que en el promedio en los ríos Níger, Volta, Nilo y Congo, mientras que en Eurasia pasó lo mismo en cuencas de Siberia, otras partes de Rusia y Asia Central, añade el estudio.
Por contra, se registraron caudales mayores de lo normal en algunas cuencas de Norteamérica, el norte de la Amazonía, ríos de África meridional (como el Zambeze y el Orange) y otros de China y la India, países estos dos últimos que sufrieron notables inundaciones.
Algunas de las zonas donde el abastecimiento de agua está en niveles críticos ven su situación exacerbada por la sobreexplotación de aguas subterráneas con fines de riego, advierte el informe.
“La fusión de la nieve y el hielo también tiene un impacto considerable en varias zonas, entre las que se incluyen Alaska, la Patagonia y el Himalaya”, añade.
La importancia de la criósfera
Las mayores reservas de agua dulce del mundo se encuentran en la criósfera, es decir allí donde hay hielo y nieve, en los glaciares, los casquetes polares o el permafrost.
El hielo de las montañas alimenta los ríos y es una fuente de abastecimiento de agua dulce para 1 900 millones de personas, de manera que su derretimiento repercute “en la seguridad alimentaria, salud humana e integridad y mantenimiento de los ecosistemas”.
Advierte de una preocupante fusión en zonas como Alaska (Norteamérica), la Patagonia (Suramérica) o el Himalaya (Asia).
Por ello, la agencia de la ONU instó a las autoridades del mundo a acelerar la introducción de planes de alerta temprana para prevenir sequías e inundaciones y aminorar el impacto de estos fenómenos extremos.
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