En nombre del turismo se dice y se hace cualquier barbaridad y todos quedan bien.
Los funcionarios públicos se esfuerzan no por hacer sino en convencer.
Cuando haya desaparecido y “el que más consume menos paga”, habremos encontrado el camino correcto para salir del subdesarrollo.
Ecuador sangra por todos lados.
La seguridad alimentaria, es el logro más resplandeciente del capitalismo.
En el ámbito turístico, la música en vivo atrae visitantes y ofrece experiencias locales auténticas.
La adicción al juego se cierne como una sombra nefasta y destrozando la salud mental.
El #planfenix no es más que una quimera, una sombra efímera que pretende usurpar el noble trabajo de la fiscalía.
Milei en Argentina y Noboa en Ecuador, prácticamente han empezado al mismo tiempo sus gobiernos.
El cacao ha sido el único cultivo que está desplazando a la planta de coca.
Gramado en Río Grande do Sul, tiene su temporada alta cuando todos los demás destinos de Brasil están en temporada baja.
El primer mensaje a la nación del nuevo gobierno ha sido que no hay dinero.
"Si el sueldo no te alcanza, es que hay demasiado Estado".
En Ecuador siempre hay riqueza por ser aprovechada.
Una fantástica región como la Amazonía, es uno de los destinos más deseados en todo el planeta.
El gran negocio del cacao no es la fabricación de chocolate, sino extraer la manteca de cacao que es absorbida por la industria cosmetológica.
El turismo ha sido el sector menos atendido por este gobierno y es al que hasta el último se le exprime recursos.
Privatizar el servicio del tren, pero mantener las vías en propiedad de los gobiernos seccionales.
Los empresarios turísticos no tienen ni el 1% de cobertura que el futbol y a los pocos influencers turísticos, nadie les regala un like.