Nuevos datos sobre el asesinato de los patriotas, sucedido el 2 de Agosto de 1810, reposan en los archivos de instituciones religiosas.
Por los 210 años de la masacre de los próceres del Primer Grito de Independencia, el alcalde de Quito, Jorge Yunda, propuso hacer un homenaje a los caídos de aquel 2 de agosto de 1810.
Este domingo 2 de agosto del 2020 se cumplen 210 años de la masacre del 2 de agosto de 1810. En el Centro Cultural Metropolitano (CCM) se alista varios eventos a través de Facebook Live. La cita será a partir de las 19:00, a través de este enlace.
Un día como hoy, hace 209 años, los próceres del Primer Grito de la Independencia fueron asesinados. Ocurrió cuando un grupo de quiteños puso en marcha un plan para liberarlos de prisión y de una posible pena de muerte, bajo cargos de traición.
En el Museo Alberto Mena Caamaño, iniciaron la mañana de hoy, 2 de agosto del 2016, los preparativos para rendir un homenaje, en una muestra llamada 'Rojo Estigma', referente a los próceres que murieron en la masacre del 2 de agosto de 1810.
No podemos callar ante el lamentable hecho de que una fecha de tan hondo contenido cívico, como lo es el 2 de Agosto, fuera olvidada por quienes tienen el deber sagrado de mantener en la memoria colectiva de los acontecimientos que confieren raíz y sentido a la Nación Ecuatoriana. Me refiero al sacrificio glorioso del pueblo de Quito, el 2 de Agosto de 1810, en defensa de la libertad y dignidad de la Patria, y a la muerte heroica del subteniente Hugo Ortiz Garcés, en un paraje remoto de la Región Oriental, el 2 de agosto de 1941, en defensa de la integridad territorial del Ecuador.
No hallé nada, nadita de nada sobre La masacre del 2 de agosto de 1810 en Quito. Digo no hallé nada sobre esa fecha quiteña en EL COMERCIO, el domingo 2 de agosto de 2015, o tal vez estuve distraído.
La masacre del 2 de Agosto de 1810 fue en el Cuartel Central, actual Museo Alberto Mena Caamaño, en Quito, un año después de la gesta del 10 de Agosto de 1809. A muchos de los próceres que murieron por la Independencia ya no se les recuerda.
En la parroquia de El Sagrario, Centro Histórico, están las actas de defunción de 15 patriotas que fueron asesinados el 2 de Agosto de 1810. Sus nombres están escritos en el sexto tomo de los ‘Libros de Muertos’, en los que se inscribían los fallecimientos de las personas.
‘Agosto ecuatoriano en Bogotá’, un escaparate para redescubrir el arte y la cultura del Ecuador, se inauguró ayer, 2 de agosto, en la capital de Colombia. Tres exposiciones fotográficas y una de pintura, tres presentaciones de libros, cuatro charlas sobre autores nacionales, teatro callejero, entre otras, se incluyen en la oferta de las 23 actividades agendadas. Estas se llevarán a cabo en seis escenarios.
Hoy, en el museo Alberto Mena Caamaño, ubicado en las calles García Moreno y Espejo, en el Centro Histórico de Quito se conmemora la masacre del 2 de Agosto de 1810. La exposición ‘Rojo Estigma’ integrada por ocho jóvenes representa en varias escenas la historia ecuatoriana. Los personajes como Eugenio Espejo, los de la misión Geodésica y los mártires de la masacre están presentes en las representaciones. El ingreso es gratuito y los visitantes deben llevar una rosa roja. Las representaciones serán continuas y se presentarán a grupos de 20 personas. El último grupo ingresará a las 17:00.
Las rosas blancas, rojas y amarillas reemplazaron hoy el boleto de entrada al museo Alberto Mena Caamaño, más conocido como el Museo de Cera, en el Centro Histórico. El propósito era dejarlas como ofrendas en las criptas de los patriotas que perecieron en la Masacre del 2 de agosto de 1810. Desde las 08:00, la fila de personas copaba el patio del Centro Cultural Metropolitano, en la García Moreno y Sucre. Rosa Andrango y sus hijos ingresaron en el primer grupo, tras una hora y media de espera. Ellos, junto con otros 15 visitantes, recorrieron las 18 salas que cuentan las historia del Ecuador desde la Colonia hasta la Independencia. A Steven Vinueza, de 10 años e hijo de Andrango, le gustó el área de las catacumbas, en el subterráneo del edificio. Unos estrechos pasillo oscuros de ladrillo visto conducen a las celdas. Allí están las figuras de cera de Manuel Rodríguez Quiroga, sus dos hijas Luisa y María, y los 4 juanes: Juan de Arenas, Juan Larrea, Juan de Dios Morales y Juan Salinas.