No hallé nada, nadita de nada sobre La masacre del 2 de agosto de 1810 en Quito. Digo no hallé nada sobre esa fecha quiteña en EL COMERCIO, el domingo 2 de agosto de 2015, o tal vez estuve distraído.
El recuerdo de esa fecha es una gota de sangre en el vaso de nuestra identidad. Comprueba que El Primer Grito del 10 de Agosto de 1809 caló en los huesos de los virreyes de Lima y de Bogotá. Bolívar declaró la guerra a muerte, entre otros motivos, por la matanza del 2. El pueblo de Quito vertió su sangre por la libertad. Debería ser una fiesta en el Distrito Metropolitano. Debería haber una bandera propia del 2 de Agosto. Y un monumento a este hecho en cualquiera de las plazoletas que se abren en el Centro Histórico. Un gran monumento, un hermoso monumento, y un libro de texto editado por el Municipio Metropolitano sobre la razón de la matanza. Guayaquil nos da ejemplo con las fiestas de octubre y de julio. Nosotros vamos del Panecillo del olvido al Pichincha de la desmemoria. ¡Vergüenza! Simón Espinosa Cordero