Ropa Vieja. Solo el nombre de este platillo, disfrazado de indumentaria, ya hace agua la boca de los comensales. Es que la cocina cubana se ha esparcido por América como una bandera de su pueblo. Pero entre recetas conocidas y otras un tanto escondidas, la comida cuenta un poco de las fusiones que ha vivido la isla.
En Quito, desde en huecas hasta en restaurantes gourmet, es posible encontrar estas preparaciones.
Esclavos que llegaron desde África a las plantaciones de caña, la colonización española, la mezcla caribeña y los ancestros taínos que desaparecieron en la isla dejaron huella en la cocina actual de Cuba.
Uno de los productos de alto consumo de los indígenas taínos era la malanga. Así lo cuenta David Fernández, propietario y chef de Don David Internacional. Este tubérculo es parecido a la yuca, pero no tiene sabor por lo que funciona como acompañante de platillos fuertes en puré o frituras. Es una de las predilecciones en su local, que busca posicionar su cocina nativa en el paladar de los ecuatorianos.
Los platos isleños han alcanzado sus propios espacios en la propuesta local. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.
El cerdo y la carne de res son los destacados en esta cocina, productos que llegaron con los españoles. La vaca frita es uno de los platos insignia de la gastronomía cubana. Sus condimentos son básicos; en el sofrito se utiliza el ajo y la cebolla. Pero el toque especial, dice Fernández, es añadir jugo de limón una vez que se haya cocinado la carne. Ayuda a perfumar los alimentos y da el contraste ácido, característica del plato.
Otro de los platillos más famosos en la isla, pero que no goza de la misma popularidad afuera, es el pollo a la barbacoa (no se debe confundir con el pollo BBQ). Siempre lleva la presa de la pierna y pospierna juntas. Se asa con dos condimentos únicamente: mantequilla y salsa de soya.
Asimismo, las opciones de mariscos se condimentan con pocos ingredientes. Este es el caso del filete de pescado canciller, una versión del ‘cordon blue’ que lleva jamón y queso como relleno; o el camarón borrachito, que se marina en el famoso ron cubano con limón, pimiento y se cocina al grill.
Los sabores de Cuba se pasean por la capital con opciones de la mano de nativos de la isla caribeña.