Noboa asume su mandato con retos en seguridad, en lo fiscal, en lo económico y en lo político. Dado todo este contexto, me he tomado estás línea para compartirles mi lectura. Entonces, veo, veo, ¿Qué veo?
En el tema de seguridad, si bien se requiere fortalecer la fuerza pública, lo primordial aquí pasa porque el gobierno exhiba desde el minuto cero: liderazgo, gestión y algo de resultados tangibles que permita la validación ciudadana de sus decisiones y acciones. Acá es hacia a donde apunta el foco y es en donde debería destacar Noboa en primera instancia, si busca una reelección en el 2025.
En lo fiscal, conceptualmente solo hay tres vías para reducir el déficit: más ingresos, menos gastos y/o más deuda. En el corto plazo reducir gastos no es viable. En año electoral subir impuestos no es recomendable, salvo que se suban los impuestos a los que más ganan. En este sentido, muy seguramente Noboa busque aquí recurrir a más deuda como camino principal de solución.
En lo económico, para lograr que la economía se acelereen el corto plazo y aumenten así las plazas de empleo, el único camino es aumentando el dinero que circula en la economía. Esto se obtiene con incrementos en el ingreso neto de divisas al país y/o haciendo que la banca decida prestar más por cada dólar que capta. Lo último es en efecto una opción viable en el corto plazo. Sin embargo,para que más divisas ingresen al país en este mismo plazo, solo más deuda, venta anticipada de petróleo y/o canalizarrecursos de la Reserva Internacional hacia la economía son las únicas cartas.
No obstante, todo esto es factible sí y solo sí Noboa arma un Gabinete con matices de centroizquierda. Dado que la mayoría del electorado posee estas preferencias, un equipo ministerial de estas características le permitiría conectar efectivamente con el electorado y sobre esta base movilizar sus acciones. Si no sucede así, su estabilidad política la determinaría la Asamblea y no la gente, siendo rehén de su mayoría en año electoral y en donde no hay Dios ni Ley.