En 1519 Hernán Cortez escribe al Rey Carlos V destacando la energía que proporcionaba una taza de Xocolatl para que “un soldado marchara todo un día”. Este fue el energético inicio del chocolate.
Un siglo después, en 1615 Ana de Austria popularizó la exótica bebida en las cortes de Francia y España, con las famosas chocolatadas. En fines de los 1600 el chocolate se conoce en toda Europa y ya hay sobredemanda de cacao. Guayaquil aparece en escena y para 1730 ya se lo cultiva en África, que actualmente produce el 70% del cacao mundial, con cacaotales viejos y enfermos, dependientes de fertilizantes y fungicidas cada vez más caros con una población cada vez más pobre, que en nada se beneficia de los altos precios actuales de la pepa que esta semana llegará a los 10.000 dólares la tonelada, frente a los 2.700 que costaba en noviembre anterior.
Evidentemente existe un elemento especulativo que certifica una tragedia anunciada. Al igual de lo que sucede en Ecuador: cuando el precio de las papas sube, todos siembran papas y en la siguiente cosecha la sobreoferta tumba el precio, por lo que pocos siembran y aseguran escasez en la siguiente cosecha con papas a precios disparados.
El ingreso de 8.000 millones de dólares de Capitales de Riesgo en el mundo del cacao, ha forzado el incremento del precio de la pepa del cacao, lo que ilusiona a los agricultores de los 18 países productores ubicados entre los paralelos 20° Norte y 20° Sur, a aumentar sus cultivos de cacao, por la que posterior a la caída de precios que vendrá este mismo año, en 3 años habrá una sobreoferta de cacao que motivará nuevamente el abandono de los cacaotales, dejar que las plagas los dañen, no renovar las plantas viejas y dejar la puerta abierta a que los especuladores compren cacao barato, inflen los precios y cuando hayan ganado suficiente, vendan, enloqueciendo el mercado y dañando las buenas practicas de cultivo, destruyendo los procesos post cosecha y eliminando las diferencias entre variedades y calidades.
Es lo que pasa en Ecuador. Estamos en una voraz recolección de cacao, sin siquiera fermentarlo, sin importar la variedad y vendiendo el quintal a cuatro veces su valor tradicional. Evidentemente se están forzando reajustes del precio del chocolate en todo el mundo lo que provocará un achicamiento de la demanda.
Sobre producción de cacao + mala calidad de las pepas + abandono de los procesos + disminución de consumo de chocolate. Estamos a puertas de la tormenta perfecta.