…Y lo que parecía inevitable, al fin sucedió: el Jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, cedió a las instancias de su pueblo, y adelantó las elecciones generales para que, según lo que dispone el ordenamiento constitucional, se adelantaren también las elecciones generales.
Y si bien las causas para que se volteare el criterio colectivo han sido múltiples, también hay uniformidad sobre el motivo principal de este desvío, desde los anteriores comicios: se trata de la enorme, abrumadora cifra de los ‘desempleados’ que al momento supera de los cinco millones entre quienes integran la población económicamente activa, la cual incluye a muchos migrantes y, todavía entre ellos a numerosos ciudadanos venidos desde el propio Ecuador.
Los líderes de los principales partidos de la península y por tanto virtuales aspirantes a dirigir la nueva Administración, así lo han reconocido. Son Mariano Rajoy, del Partido Popular, que alcanzara un neto triunfo en las elecciones de hace pocas semanas para los organismos seccionales y los regionales de los parajes en que ahora está dividida España y Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien hubo que escoger apresuradamente dentro del Partido Socialista, como reemplazante del derrotado Zapatero.
Según Rajoy, “el paro es el problema más importante que tiene nuestro país”, particularmente cuando afecta a los jóvenes y a las mujeres. Pero él no se engaña acerca de lo que hay que hacer para vencerlo, ha recalcado ante sus compatriotas: “hay que invertir y hay que restablecer el ambiente de confianza”.
Ha hecho memoria que cuando estaba a la cabeza de la nación su Partido Popular, es decir desde los últimos años del siglo anterior y los primeros del actual, el déficit entre los muchos gastos públicos que se les permitían a las comunidades regionales y los insuficientes ingresos era cero, Rajoy señaló como un error “ gravísimo, haber tolerado que las regiones tuvieran desequilibrio de egresos públicos, por cierta liberalidad de los gastos. Y para que no quedara duda después sobre la deuda general, ha remachado la idea diciendo que si él se convierte en el nuevo Jefe del Gobierno habrá que cumplir con un severo equilibrio presupuestario.
Su nuevo contendor socialista, Pérez Rubalcaba ha tenido que advertir a las regiones: “Os voy a exigir una austeridad más estricta que la anterior”.
Lo cual parecería derivar hacia una conclusión de mayor validez y por eso aplicable a muchos otros países del mundo, el Ecuador inclusive: el llamado Estado de Bienestar, con frecuencia se resuelve precisamente en contra de quienes promete servir y que no puede sostenerse en el tiempo, sino gracias a circunstancias de coyuntura y de escasa duración, generalmente vinculadas con altos precios internacionales de las materias primas.