Ruth Hidalgo

El riesgo político en América Latina

Acaba de salir el informe sobre riesgo político en América Latina, que, en el contexto, se vuelve de obligada lectura.

El informe, elaborado por Daniel Zovatto; Jorge Sahd y Diego Rojas, señala en que el 2023 se perfila como un año complejo para Latinoamérica. Destaca un ambiente político donde la llamada -marea rosa- es un hecho. El viraje hacia la izquierda de América Latina, y la tendencia ciudadana a validar prácticas autoritarias a cambio de seguridad, están marcando el contexto regional.

El reporte menciona varias alertas. El primer puesto, se lleva la creciente percepción de inseguridad frente a un crimen organizado cada vez más extendido, como el problema más difícil de vencer por parte de los gobiernos. Además, el retroceso de la democracia, amenazada por los líderes tres p: populistas, polarizadores y con propuestas autoritarias está también en la lista; seguida por los riesgos de nuevos estallidos de malestar social; la crisis migratoria; la inseguridad alimentaria; la pérdida de competitividad para desarrollar la economía verde y las noticias falsas.

A simple vista, el panorama pinta complejo, porque, el conjunto de estos riesgos, significa que, Latinoamérica está afrontando problemas de gobernabilidad difíciles, independientemente de la visión política de los gobernantes de turno. Todos, absolutamente todos tienen que plantear soluciones urgentes a esta realidad y eso, no es nada fácil. 

Además, los datos de crecimiento también son preocupantes. Según el estudio, el crecimiento económico promedio regional será deficiente. El Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipa una proyección de un 1.7%, y la CEPAL  calcula  que será  un 1.3% y 0.7% del PIB, respectivamente. Duras noticias en ese campo también.

Un llamado de atención del calibre de este informe debe ser tomado  en serio, y servir como punto de partida para para plantear opciones viables desde una visión colaborativa y no polarizante de todos los actores.