Pareciera que la invasión rusa a Ucrania y la creciente influencia de China en Latinoamérica han llevado a Bruselas a espabilarse y buscar estrechar lazos con Latinoamérica.
El que América Latina sea rica en materias primas no es el único elemento en juego. Para Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Latinoamérica no está en el radar de la UE, a pesar de ser socios naturales.
Por ello, la nueva estrategia de la Unión Europea “Global Gateway” (Pasarela Global) es relevante, porque persigue la sostenibilidad desde un punto de vista social, económico y ecológico, promoviendo inversiones sostenibles y verdes en los ámbitos digital, energético y del transporte, reforzando también los sistemas de salud, educación e investigación.
Esta estrategia llegó al Ecuador de la mano del cable de fibra óptica BELLA, que une Europa y América Latina. Igual ocurre con la iniciativa sobre hidrógeno verde en Chile, con una inversión de más de 220 millones de euros.
Desde la Unión Europea, recalcan que se proponen impulsar vínculos e inversiones sostenibles en los ámbitos digital, energético y del transporte, reforzándose igualmente los sistemas de salud, educación e investigación.
Otro frente lo constituye la lucha contra las desigualdades, impulsando nuevos pactos sociales, la cohesión social y promoviendo la democracia, utilizando como plataforma el exitoso programa EUROsociAL+, con énfasis en educación.
Estas iniciativas son ejemplos de cómo nuestras regiones se benefician de una colaboración más estrecha. Juntos podemos promover una prosperidad sostenible, basada en la cohesión social que no deje a nadie atrás.
Falta eso sí incentivar la participación de la juventud, la sociedad civil y el sector privado. Por ello que la Cumbre entre la UE y la CELAC los próximos 17 y 18 de julio es muy relevante.