Gerardo Villacreces Carbo

Los “reinos” de las minorías

I La separación e independencia de poderes generan pesos y contrapesos que permiten equilibrios democráticos, siendo la democracia, en teoría, la mejor manera de gobierno en la que decide la “mayoría” quien gobernaría.

II No obstante, no viviríamos en democracia, sino en una apariencia, hipócritamente presentada como tal. Acaso, es democracia: ¿si hay quienes “ganan” elecciones en base a resultados avalados por el falso conteo, al amparo del perverso criterio que no deciden los que votan, sino los que los votos cuentan?  ¿Si el alcalde electo de la capital, accedería al cargo solamente con poco más del 25% de votos? ¿Si decide e impone un sector que representa el 7% aprox., sin haber ganado elección alguna, utilizando la fuerza como principal  argumento? ¿Si algunos asambleístas sin mayor criterio se enfocan en desestabilizar la “democracia”, bloqueando iniciativas o en la destitución presidencial, cumpliendo disposiciones dadas por celular? ¿Si el CPCCS, que formando parte de la Función de Transparencia, de participativo tendría solo el nombre y de transparente poco? ¿Si existe inundación de dólares provenientes del narcotráfico y de bandas delictivas que aterrorizan calles y gobiernan cárceles; financian campañas y compran conciencias de personas e instituciones? ¿Si partidos y/o movimientos políticos, se alquilan en elecciones, amoblados o no de ideologías? ¿Si se amedrenta a la libertad de prensa, pilar de la democracia, con bombas y explosivos?

III Sin embargo, debemos tener esperanza a fin de construir una real democracia; para lo cual no basta el cambio de constitución y leyes, se precisa también lograr un pueblo educado, culto y responsable, que honre a la democracia con el reflexivo voto. Al momento, la “democracia” ha devenido en “reinos de minorías” que deciden por las mayorías, liderados por capataces incapaces de velar por el país, inspirados en las sombras de sus almas, quienes a nuestras espaldas o incluso cínicamente en nuestras narices, se disputan, negocian y reparten nada más y nada menos, que el país y el futuro de nuestros hijos…