Fausto Segovia Baus

Recuperar el bien común

El concepto de bien común tiene su origen en la filosofía social, política y económica clásica, con Aristóteles, Platón, Tomás de Aquino y la doctrina social de la Iglesia. En la modernidad -con la influencia del individualismo- perdió vigencia, y luego recuperó su sentido ante las malas experiencias de los totalitarismos. La pregunta clave es si es posible considerar un bien común unívoco, frente a un mundo multicultural.

Los aportes de Jacques Maritain son importantes, en el ámbito del enfoque personalista, según la línea aristotélica que consideró al bien común como una virtud. “El bien común -dice Maritain- es el bien de la sociedad y de sus miembros, y supone no solo leyes justas, buenas costumbres y sabias instituciones, sino, en la sociedad política, la integración armónica de la conciencia cívica, las virtudes políticas, el derecho a la libertad, la sabiduría tradicional y el heroísmo, que no se miden por la riqueza o por su nivel de vida, sino por valores como la verdad, la belleza, la paz, el arte, la cultura, la libertad y la rectitud de vida, que son “bienes comunes”, que concretan, de algún modo, el concepto abstracto y trascendente del bien común, pero que no lo agotan”.

Estas disquisiciones sirven para contextualizar lo que sucede en el Ecuador, en pleno siglo XXI, cuando fuerzas siniestras han olvidado el bien común como patrimonio de la democracia, para concentrarse en intereses ocultos y particulares. Y no se trata de estar a favor o en contra de una institución del Estado, sino reconocer la falta de sindéresis de la clase política que ha dejado al pueblo en auténtica orfandad.

El país no puede seguir anclado a las palabras vacías y necias, a la desinstitucionalización progresiva; a la incertidumbre, la inseguridad, al diálogo entre sordos y a los estallidos vestidos de impunidad. Un acuerdo de gobernabilidad es urgente -por consensos mínimos o máximos- para defender la vida, el estado de derecho y la democracia amenazada. ¡No perdamos la noción clave del bien común!