La Promoción del ‘55’
La de aquellos que se graduaron de médicos en 1955 y les correspondió asumir el desafío que significaba ejercer la profesión en aquella modernidad, la de la segunda mitad del siglo de las ciencias. Hasta ese entonces la enseñanza de la Medicina en Quito se había mantenido empantanada en los rigores decimonónicos en los que preponderaban los estudios morfológicos, el ojo clínico, el “de acuerdo a mi experiencia” y la utilización de fármacos, algunos obsoletos, no se incluía la penicilina ya en boga en países desarrollados. Admirables quienes realizaban los actos quirúrgicos, bien es cierto que huérfanos de criterios clínico-quirúrgicos, como no ser los obvios. En cuanto a investigación científica quedaba tan solo la memoria del ilustre Pablo A. Suárez.
Es con Luis A. León, Julio Endara, Augusto Bonilla y Plutarco Naranjo con quienes se inician los tiempos modernos en la Escuela de Medicina de la Central. Poco después se suman en el noble empeño Nicolás Espinoza en Pediatría y Eduardo Luna en Medicina Interna. Numerosos espacios del conocimiento médico responden a concepciones arcaicas.
Los cuatro primeros años de Medicina, en Quito. Me gradué en la Universidad Central de Madrid. Ello no obstante formo parte de la ilustre Promoción del ‘55’. He seguido con vivo interés la trayectoria académica de mis condiscípulos ecuatorianos. En mis escritos he ponderado el papel que les ha correspondido en la Historia de la Medicina de nuestro país. La modernidad en cardiología, cirugía cardíaca y vascular, endocrinología y medicina nuclear, investigación científica, publicaciones en revistas científicas del exterior, participación en congresos internacionales, presencia ecuatoriana en organismos internacionales. Periodismo de opinión.
Una de las figuras destacadas de nuestra promoción, el cirujano general Dr. Luis Granja Mena, nuestro lazo de unión y entendimiento.
Formado en el país y en el exterior, el que operaba bien y sabía clínica quirúrgica, de los primeros en utilizar técnicas de cirugía laparoscópica y tiroidectomías ‘casi totales’ en cáncer de tiroides. Dirigió con acierto servicios de cirugía, formó decenas de cirujanos. El amigo leal, el condiscípulo que sabía comprender los infortunios de los demás, el de las lágrimas cuando nadie le veía.
El Dr. Luis Granja Mena falleció el 5 de este mes. Redoble de campanas. Arpegios que acompañan a mi pena. Estuvo presente cuando en enero cumplí 90 años. Luis Granja mi fraternal amigo. Con Luis compartimos el amor por el terruño. Su quinta en Salcedo y mi Marcopamba en Quero, elementos de nuestra identidad. Redoble de campanas. Pocos somos los que quedamos de la Promoción del ‘55’. Los más se han ido. Me queda la certidumbre de encontrarlos en otra dimensión, la destinada a los seres humanos que cumplieron cuando su paso por la tierra.