En el presupuesto de este año 2024, se prevén ingresos de 24.039 millones de dólares y gastos de 28.848 millones, es decir, un déficit inaceptable de 4.808 millones de USD, equivalentes a casi el 5% del PIB. Pero eso no es todo. En este año se deben atender otras obligaciones que suman alrededor de 6.000 millones. Por tanto, las necesidades de financiamiento del Estado alcanzan 10.000 millones de USD, que es una suma demencial que aumentará la ya peligrosa deuda pública, que llega a 70 mil millones de dólares, casi el 70% del PIB (algunas cifras tomadas de Vistazo #1359 de 2024.03.07).
Como consecuencia de este desorden fiscal que empezó en la década perdida, cada año se crean nuevos impuestos o “contribuciones por esta sola vez” que se han convertido en verdaderos azotes a los ciudadanos y las empresas. La última “yapa” fueron las contribuciones de las empresas, bancos y cooperativas que agregó la Asamblea al proyecto del Ejecutivo para alzar el IVA al 15%.
Sin embargo, este irresponsable endeudamiento y agobiante alza de tributos, tampoco soluciona el problema de fondo: el Ecuador no puede mantener un sector público que gasta el 40% del PIB. Es urgente corregirlo de dos maneras: la una, con un efectivo combate a la evasión tributaria, cuyas cifras lo confirman cada vez que se analizan los impuestos pagados en las distintas provincias; y, la otra, un recorte drástico de gastos ineficientes e irracionales. La nómina del sector público no puede valer 10.000 millones de USD al año; los subsidios a los combustibles, 3.093 millones; las transferencias al IESS, ISSFA e ISSPOL, 3.533 millones; las transferencias a los GADS (Consejos Provinciales, Municipios y Juntas Parroquiales) otros 3.533 millones. En todos hay despilfarro y gastos innecesarios que se deben cortar de raíz. Nadie dice que es fácil, pero los funcionarios públicos no están para hacer lo fácil, sino lo que requiere el ciudadano.
El país acaba de vivir tranquilo varios meses sin Asamblea Legislativa y no ha pasado nada. (la institución es fundamental en democracia, pero sus actuaciones son vergonzosas). Ministerios llenos de vice ministerios, subsecretarías, direcciones generales, asesores, etcétera. La nómina del IESS se ha multiplicado por 3 en los últimos 15 años. Consejos provinciales, municipios y juntas parroquiales convertidos en meros canales para gastar los fondos nacionales y en fuente de empleo de agnados y cognados; y enormes subsidios que benefician mayormente a quienes no los necesitan y al narcotráfico. Basta de trapicheo y de anteponer los intereses de grupo al interés nacional.