El no extractivismo, al ser una posición extrema contra el aprovechamiento de recursos naturales sin razonamiento alguno o con criterios huérfanos de bases conceptuales racionales en una época que estos mismos contreras se movilizan en vehículos, para demostrar su tesis utilizan computadoras presentaciones de PowerPoint, celulares e incluso visten con muchas prendas elaboradas en base a la industria extractiva.
Los intereses que acompañan a esta posición radical son financiados por ONGs o entidades que desean que los países menos desarrollados continúen en una dependencia de pobreza cortados de su desarrollo; durmiendo sobre los recursos dotados por la naturaleza, bajo el pretexto de contaminación, el silencio de los países más contaminantes y su doble discurso.
En el caso del Ecuador, que nos involucra la industria extractiva de hidrocarburos y minería; esto nos obliga a reflexionar en primer lugar sobre la seguridad jurídica cuando la Corte Constitucional revierte pronunciamientos formulados por ella misma en el pasado y la consulta actual deja en duda la institucionalidad y el valor del derecho jurisprudencial, dónde la respuesta (a una consulta de hace 10 años en condiciones de entorno destinito), llega extra temporalmente y abre las puertas para que en el futuro cualquier actividad en el país pueda ser suspendida obedeciendo a intereses foráneos o minoritarios.
Sobre la supuesta afectación ecológica una extensión que es el 0.0007 % del parque nacional Yasuní al que ya se lo amplio en 50.000 ha. Cuando se aprobó 300 ha. para incorporar al bloque 43, donde no existe una sola evidencia gráfica sobre daño al parque y menos a los pueblos no contactados que están regados sobre los millones de hectáreas de lo que constituye la Amazonia que tienen operaciones extractivas en todos los países circundantes a la frontera del Ecuador. Un si en nuestro Absurdistan implicaría la suspensión de una actividad que ya viene desarrollándose sin afectación desde 2016.
Esto nos lleva a identificarnos con la población de la zona donde el bloque 43, es fuente importante para el desarrollo económico y proveedor de empleo en la región. beneficiando a comunidades enteras y promoviendo un equilibrio entre el medio ambiente, bienestar y la economía. No es posible ni razonable como si tuviéramos excedente de recursos botar el dinero invertido en una operación activa donde la mayor parte de la actividad está fuera del parque sin involucrar a la reserva propiamente dicha.
Se puede explotar adecuadamente con tecnología de punta, RSE y cumpliendo las normas que se exige actualmente a nivel mundial de ESG (por sus siglas en inglés) los recursos naturales que sirven para el crecimiento económico y social del país en forma sustentable con el medio ambiente y que garantice el desarrollo para futuras generaciones y nos permita dar sostenibilidad a la transición energética y ecológica. Además, aportando más de 13800 millones en la década mas cerca de 500 millones de remediación y casi 1967 millones de inversión actual de capital para un gran total de 16267 millones a la economía del país generando disminución de ingresos a la educación superior, y GAD provinciales, cantonales y parroquias rurales.
Cómo conclusión debemos rechazar la propuesta de los yasunidos, defendiendo nuestra capacidad de tomar decisiones soberanas sobre nuestro futuro y nuestros recursos. Debemos también exigir a la actividad extractiva responsable destinar recursos para la investigación científica que permita ampliar nuestro conocimiento sobre la flora fauna del área que además evitara la infiltración ilegal para la tala del bosque primario, así como minería ilegal.