Noboa puede hacer poco en 18 meses, por lo que debe programar sus objetivos y su acción en forma concatenada, con un horizonte temporal de 4 años más, sea reelecto o no. Por el momento aspiramos que esta oportunidad que le ha dado el pueblo sea aprovechada para responder con buena capacidad de gestión pública, superando rápidamente los obstáculos inherentes al inicio de todo gobierno nuevo
Un Jefe de Estado debe hablar prioritariamente sobre asuntos trascendentales, acerca de los intereses superiores de la Nación y en temas relativos a la calidad de vida de los 17 millones de ecuatorianos. Por ejemplo cuando propuso dejar las actitudes contestatarias, apelando a la decencia política, como sustento de una paz sin retaliaciones recíprocas. Y los asuntos técnicos y especializados se deben comunicar dentro de una estrategia de información por los Ministros concernidos, explicando al país porqué y para qué se adopta una determinada política pública y se resuelven medidas en todos los campos del quehacer gubernamental.
Respecto a la inseguridad, en estos 18 meses, la Policía y las Fuerzas Armadas deben hacer lo necesario para asumir el control total de las cárceles y anular las facilidades que tienen los jefes de las mafias, de modo que el Estado controle las causas de la inseguridad. En el caso de Guayaquil y sus alrededores violentos debería apoyar la adopción de un proceso como el que sirvió para lograr la paz en Medellín y lograr el apoyo de países de alto consumo de drogas.
En materia económica hay problemas delicados como la pobreza fiscal que ha recibido Noboa como herencia, que le obliga – por lo pronto- a tomar medidas para que los poderosos morosos tributarios paguen lo que le deben al país. Luego trabajar, como los países vecinos, respecto a una tributación justa y un manejo presupuestario equitativo y redistributivo. El país necesita un gobierno serio para ser creíble ante los organismos internacionales de crédito y los inversores privados, sin cuyo concurso no habrá creación de empleos remunerativos, ni será posible pensar en el 2025.