'Paraísos fiscales'

Son países donde se garantiza a los depositantes de dinero: seguridad, reserva, sigilo bancario, exoneraciones tributarias y sofisticadas tecnologías para los movimientos financieros de sus capitales. Sus legislaciones establecen regímenes fiscales privilegiados -que protegen inflexiblemente la reserva bancaria y el secreto sobre el origen del dinero-, que resultan muy atractivos para quienes desean evadir la presión tributaria de sus países de origen. La penumbra y opacidad financiera que les rodea sirven a varios fines perversos, entre ellos, la evasión fiscal y el lavado de dinero.

Allá van a parar, en cuentas cifradas, los dineros de la droga, de las mafias, de los negocios turbios o de los peculados de gobierno.

La OCDE elaboró en 2003 una lista incompleta de los "paraísos fiscales": Anguila, Antigua y Barbuda, Antillas Neerlandesas, Aruba, Bahamas, Bahrein, Bermudas, Belice, Chipre, Dominica, Gibraltar, Granada, Guernesey, Isla de Jersey, Isla de Man, Islas Caimán, Islas Cook, Islas Turcas y Caicos, Isla de Margarita, Liechtenstein, Malta, Mauricio, Montserrat, Nauru, Niue, Panamá, Samoa, San Cristóbal y Nieves, San Marino, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Seychelles y Vanuatu.

Los paraísos fiscales no tienen tributos directos y los indirectos son muy bajos. No hay impuesto a la renta, ni a las ganancias de capital, ni a las ventas, ni a las transferencias de dinero, ni al valor agregado, ni a las herencias y donaciones. Son refugios seguros para los capitales de cualquier parte del mundo. Los secretos financieros y empresariales están absolutamente garantizados. La divulgación de ellos constituye delito. Y además ofrecen a los depositantes una serie de "offshore services", como la fundación rápida de compañías, contactos de comercio exterior, manejo de inversiones, apertura de cuentas bancarias secretas, libre repatriación de utilidades, otorgamiento de segundos pasaportes o reconocimiento de segundas residencias fiscales.

En esos paradisíacos lugares los capitales -bien o mal habidos- disfrutan de seguridad, secreto y exenciones tributarias envidiables.

La organización no gubernamental británica "Tax Justice Network", en un informe presentado en septiembre 2 del 2013, menciona que el país cuyos ciudadanos tienen los mayores depósitos de dinero en paraísos fiscales es China, con 1.100 billones de dólares, seguida de Rusia y Corea del Sur.

Y, en cuanto a Latinoamérica, cuatro de sus países están entre los veinte que, a escala mundial, tienen los mayores depósitos en paraísos fiscales: Brasil, México, Venezuela y Argentina.

Según la revista Forbes, en el órbita de los gobernantes más ricos del planeta, va primero el de Siria, Bashar al-Assad, con un patrimonio de 45.000 millones de dólares escondidos en esos paradisíacos centros de alcahuetería financiera.

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