Descorreizar

“Sube como la espuma”. Es el dicho popular para definir el ascenso vertiginoso de alguien en cualquier aspecto de la vida, sea social, económico, profesional o político. Pero grafica también la caída, cuando la espuma, vistosa, llena burbujas, se desinfla.

La revolución ciudadana RC, en sus 10 años, calentó leche, algo la repartió entre los pobres. La mayor parte fue a las mismos de siempre. O a las de allegados, o a empresas coimadoras. Hirvió la leche que generó una gran espuma, que hoy se está desinflando. El correísmo es espuma. No es leche, cacerola o fuego. Es espuma derramada resultado de imprudencia y arrogancia. Se hirvió tanto la cacerola, que algún momento se iba a desbordar su contenido. La espuma derramada es una molestia y un perjuicio. Tiene que ser lavada y retirada. Cocinar sobre ella, lleva a tener una pésima comida. Entonces, no hay otra alternativa que limpiar.

El país, para seguir adelante y recuperarse debe lavarse el cuerpo, la mente y el espíritu. Si quiere salir del pantano, debe emprender en un fuerte proceso de descorreización, tomado como sanación colectiva integral.

Hay que descorreizar el Estado, pero también la sociedad. Hay que descorreizar las instituciones, pero también nuestras organizaciones sociales, nuestras familias, nuestras mentes. La descorreización del Estado implica desmontar el modelo concentrador y autoritario, impulsar el estado de derecho, independencia de funciones, descentralización; entrega de poder, responsabilidades y financiamiento a gobiernos locales, a las comunidades. Conlleva eliminar el Consejo de Participación Ciudadana y establecer mecanismos transparentes y democráticos para el nombramiento de nuevas autoridades de control, electoral y judicial.

Descorreizar la sociedad guarda relación con el necesario fortalecimiento y recuperación de las capacidades de organización e independencia de las organizaciones de la sociedad civil. Expresa impulsar procesos políticos y culturales hacia la eliminación de las relaciones neocoloniales Estado-caudillo-sociedad, que han fortalecido el clientelismo, patriarcalismo y paternalismo.

Descorreizar nuestras mentes implica hacer esfuerzos por recuperar la armonía en las relaciones familiares y personales; desechar lo que fue fortalecido en la última década: la violencia, el maltrato, la prepotencia, la mentira. Recobrar los valores y la ética.

El correísmo va en proceso de convertirse en una mala palabra, tanto por lo que la RC hizo en el gobierno, cuanto por el pésimo manejo que sus líderes han tendido, en estos días, respecto al tema de corrupción. Siendo así, Alianza País, también tiene que descorreizarse, para vivir y continuar en la arena política. Lo contrario es firmar su acta de defunción.