Sí. El manejo de caso Gabela provoca miedo. Es desconcertante que ocho años después del crimen del exjefe de la FAE no se sepa exactamente qué sucedió y que las autoridades hayan tratado de desviar a toda costa la atención.
Por ejemplo, el 3 de febrero del 2015, quienes entonces manejaban el Ministerio de Justicia movieron el aparataje mediático del Estado, convocaron a rueda de prensa y dijeron que el asesinato obedecía a un robo.
Con eso trataron de decir que el ataque mortal no tuvo nada que ver con las denuncias que Jorge Gabela había realizado sobre la compra de los helicópteros Dhruv.
Pero ahora se sabe que las cuatro páginas que presentaron ese día no tenían la firma de responsabilidad del perito Roberto Meza, quien indagó esta muerte violenta.
Los funcionarios que divulgaron esos documentos han callado. Otros que también mantuvieron reuniones con Meza ahora dicen apenas que no conocieron su informe final y que lo enviaron directamente a la Presidencia de la República.
¿A quién le interesa que este delito no se aclare? ¿Por qué lo dilatan tanto tiempo? La familia Gabela repite esas preguntas siempre que puede. Han remado contra todo. El 23 de febrero del 2015, una jueza blindó un informe sobre este caso.
Tuvo que irse Rafael Correa del poder para que las cosas dieran un giro completo. Hace 20 días, un juez levantó la reserva de los datos.
El presidente Lenín Moreno anunció que se desclasificará la información sobre el tema.
De pronto apareció la exfuncionaria del Ministerio de Justicia, Jéssica Jaramillo, para decir que sí existe el informe final. El perito Meza habló desde Brasil y ratificó esa información.
Pero no solo eso. El perito regresó a Ecuador y compareció en la Fiscalía. Tres horas después de esa diligencia, la viuda de Gabela afirmó que detrás del asesinato estuvieron generales de la FAE, que todo tiene que ver con crimen organizado y que la causa del ataque fueron las denuncias sobre los Dhruv. Fuertes revelaciones que la justicia debe aclarar.