Pobre presupuesto. ¡Ni diez días se sostuvieron las “prudentes” proyecciones del gobierno! Nuestro muy técnico, muy sesudo presupuesto se construyó con un precio de barril a USD 35. Pues este jueves acaba de bajar a USD 32.16.
¿En serio estamos gobernados por un economista? Pues, al menos, podrá vanagloriarse de un nuevo récord.
No recuerdo, en ninguna parte del mundo, haber visto una hipótesis económica -supuestamente cautelosa- que haya sobrevivido tan poco tiempo. Pobre reputación de las universidades que le concedieron el Honoris Causa.
Pero tenemos carreteras…
Tenemos carreteras y a China. Ah, nuestra adorada madre querendona, nuestro último recurso y santo de las causas desesperadas, ¡qué nos importa el crudo si contamos con esa fuente inagotable de liquidez!
Salvo que una de las causas del petróleo bajo sea la caída de la demanda china, generada por la ralentización de esa economía… allí sí estamos fritos. Pues la situación de ese país es desastrosa al punto de la incredulidad.
Es tan terrible que hace saltar los breakers, literalmente. Durante el difícil año anterior, donde los desalentadores datos económicos generaron una inestabilidad bursátil extraterrestre, se decidió aprobar un desenchufe de la bolsa.
Es decir, cuando las caídas sean tan masivas que superen el 7%, automáticamente se “corta la corriente” y se cierra la bolsa.
Ni un día se tuvo que esperar para estrenar este nuevo mecanismo. Este lunes pasado, nuevos pesimismos sobre la economía china desplomaron la bolsa y esta se tuvo que cerrar una hora y media antes. Las ondas expansivas afectaron hondamente las bolsas de todo el mundo, el Dow Jones de Estados Unidos perdió 1.6%, el DAX alemán 3.5%, el CAC 40 francés 2.5%, etc.
Pero el desenchufe no es una medida que solucione la economía real, solo frena la volatilidad bursátil durante un día. Es apenas un parche que deberá ser usado nuevamente en caso de que le economía no mejore. Pero pocos imaginaron que en la misma semana se tendría que bajar los breakers otra vez. Este jueves se volvió a generar el desplome que activa el mecanismo, ¡apenas 30 minutos luego de iniciar la sesión!
Así está la economía de nuestro prestamista preferido. Pero allí no acaba todo. No somos el único ‘mendigo’ de China. En septiembre Maduro fue a rogar un préstamo, y no sería una sorpresa que este año haga otro viaje. En octubre se concedió un préstamo a Argentina de 7.5 mil millones. Difícilmente los chinos seguirán poniendo sus huevos en la misma canasta sudamericana; su medida de exposición al riesgo latino no es infinita. Pero tenemos carreteras… Disfruten de ellas, gócenlas a más no poder, para endulzar un año que cada vez se nos vaticina peor.