Médicos en Birmania, Nicaragua, Irán y Turquía sufren persecución y cárcel por cumplir con su juramento de curar y salvar vidas. Junto a otros, que son millones y están claramente comprometidos con sus pacientes y comunidades, estos galenos nos recuerdan el valor de una profesión que enfrenta múltiples desafíos en el marco de sistemas de salud que requieren más y mejores inversiones.
Mientras unos enfrentan ataques, otros abandonan la profesión o prefieren dejarla por las presiones, maltratos y horarios irracionales con lo que deben convivir, según indican recientes estudios. No contribuyen a levantar el prestigio ni a promover la profesión, las actitudes de médicos que no se adhieren a la misión de brindar servicios empáticos y cercanos a los pacientes.
El mundo requiere hoy más y mejores médicos, que tengan espacios de desarrollo y que ejerzan con seguridad y sin miedo. Pende sobre el sistema de salud, la advertencia, realizada por el Foro Económico, de que el déficit de médicos se eleve a 10 millones para 2030. De cumplirse ese pronóstico, la calidad de la atención mermará.
Además, aunque la inversión en salud ha ido en aumento en el mundo, todavía hay decenas de países donde no llega al 6 % del PIB, recomendado por la OMS. Muchos no alcanzan ni el 1%.
Pero hay quienes desafían tales tendencias.
En Birmania, líderes médicos crearon la red “Yangon Medical Network”, integrada por unos10 mil trabajadores de la salud. Sus portavoces denuncian que varios de ellos están detenidos por protestar o atender a los más necesitados en ese país del sudeste asiático.
El belga Olivier Vandecasteele, colaborador de Médicos del Mundo, organización de origen español que trabaja en 19 países, está detenido desde hace más de un año en Irán acusado de presunto espionaje. Tiene una condena de 42 años de prisión y 74 latigazos.
En Nicaragua, los profesionales de la salud enfrentan “cárcel, ruina económica y exilio”, asegura Amnistía Internacional en un informe sobre el tema. Mientras, en Turquía, la presidenta del Colegio de Médicos, Sebnem Korur Fincanci, fue detenida luego de haber denunciado el uso de armas químicas por parte de las fuerzas armadas de ese país.
La medicina está reñida con realidades donde la enfermedad, la muerte y las injusticias prevalecen. Los médicos se forman para curar, cuidar y consolar.
Mientras haya lugares donde las autoridades tengan otras prioridades, siempre encontraremos médicos que los enfrentarán. Apoyémoslos, lo necesitan, es por nuestro futuro, por la salud de todos.