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Heredar en Suiza

@VicenteAlbornoz

Hoy, justamente hoy domingo, Suiza va a votar sobre un impuesto a las herencias. Las encuestas indican que el tributo propuesto va a ser rechazado y que las cosas quedarán como están, es decir, con impuestos a las herencias bastante bajos. 

La verdad es que Suiza es uno de los países más ricos del mundo pero, además, es reconocido por su pacifismo (su última guerra fue para liberarse de Napoleón hace 200 años), su aporte a la paz mundial y por sus excelentes políticas sociales (por ejemplo, todos los suizos tienen acceso a una educación de altísima calidad, gratis o con costos muy bajos). Y esas políticas las financian con impuestos, sobre todo al Valor Agregado y dos tipos de Impuesto a la Renta.

Para haber llegado a ser un país tan rico, Suiza ha tenido que esforzarse mucho. Dado que disponen de pocos recursos naturales y ni siquiera tienen acceso al mar, la receta para el progreso ha sido trabajar e invertir por generaciones. Los suizos son incasables trabajadores y, conscientes del pequeño tamaño de su economía, se han volcado a conquistar los mercados internacionales. Sus empresas están presentes hasta en los más recónditos rincones del planeta.

El sistema jurídico suizo es complejo porque, al ser un país federal, muchas leyes son distintas en sus 26 cantones (o estados federados) y hasta hoy los impuestos a las herencias los han fijado exclusivamente los cantones y no ha existido un ‘impuesto federal a la herencia’.

Bajo las normas actuales, solo 4 de los 26 cantones cobran impuestos a la herencia (cuando esta se da de padres a hijos) y el que tiene la mayor tasa es Vaud con un tope de 3,5%.

Desde el año 2013 hay una iniciativa política para la creación de un impuesto de 20% para todas las herencias superiores a los dos millones de francos suizos (algo más de USD 2 millones). La iniciativa reunió las firmas necesarias y se propuso para una consulta popular que está fijada para hoy. Las encuestas predicen una apretada derrota de la propuesta; es decir, que no se introduciría el impuesto.

En el debate, los argumentos que se han esgrimido son similares a los presentados en nuestro país: mayor redistribución de la riqueza versus menores incentivos para ahorrar e invertir. Los partidos de izquierda, apoyados por un par de millonarios, han estado a favor de la propuesta, mientras que los empresarios y las asociaciones de empresas familiares se han mostrado opuestos.

Ahora veamos las escalas de todo esto: en un país muy, muy rico, se está proponiendo un impuesto del 20% para herencias de más de dos millones. Es un país donde hay muchísima gente con inmensas fortunas y se propone un impuesto que no superaría el 20%. Y posiblemente se lo rechace porque es considerado demasiado alto, como destructor de riqueza.

Evidentemente, esa visión del mundo es la que ha logrado que Suiza esté donde está.