G77 más China
“Hacia un Nuevo orden mundial para vivir bien” es el leitmotiv de la Cumbre de Santa Cruz a realizarse el próximo sábado 14 de Junio, en el marco de las Naciones Unidas.
En su programa se propone, como es de esperarse, que se evalúe la Agenda del Milenio 2000-2015 y se discutan los contenidos de una nueva “Agenda Post Milenio de desarrollo” dando así continuidad a la búsqueda de un desarrollo sustentable, plural, de erradicación de la pobreza extrema y de una mejor distribución de la riqueza, para los países en desarrollo que dando prioridad a la cooperación Sur-Sur sinteticen una respuesta a la economía global.
La reunión contará con la presencia de Ban Ki- Moon, secretario general de la ONU, formalizando al más alto nivel global el inestimable propósito de los países para establecerse metas y procesos de cooperación intergubernamental para el desarrollo socio económico y de búsqueda del bienestar de sus pueblos.
El Foro, no obstante tiene otra connotación cuando se plantea la búsqueda de un “nuevo orden mundial”, que probablemente debe referirse a que los países de la periferia se opongan a la explotación y transferencia de riqueza que presupone va hacia los países desarrollados del centro, capitalistas y opresores imperiales que controlan las fuerzas productivas y gobiernan la globalización.
Basta como ejemplo la formulación del Ejército de Bolivia que se declaro antiimperialista, anticapitalista, socialista y comunitario, a propósito del bicentenario institucional. (ABI, 14 Noviembre, 2014)
Visión que se ajusta al pensamiento de Hardt y Negri, para quienes al mundo le corresponde estar gobernado, por estructuras descentralizadas, desterritorializadas, que progresivamente expandan las fronteras hacia estructuras colectivas, que en Latinoamérica sería una sola “Patria Grande”. Un nuevo imperio a ser conformado en la posmodernidad, como un nuevo orden político frente a las denominadas “atrocidades de la globalización”.
La diplomacia ecuatoriana por su parte tras la reunión de cancilleres en Quito, contribuirá con la propuesta de democratización del Consejo de Seguridad de la ONU, la creación de un parlamento sudamericano con capacidad supranacional para hacer obligatorio el cumplimiento de las resoluciones para los países miembros. En estos intersticios geopolíticos, es donde cabe perfectamente la influencia de potencias emergentes extra continentales, como la de la República Popular de China, que en esta reunión pondrá en vigencia el postulado de su Libro Blanco, fortalecer la cooperación Sur-Sur, para un mejor relacionamiento Sur-Norte; aunque el Ecuador haya manifestado en la reunión del Consejo de Defensa Sudamericano que es preferible mirar en todas direcciones menos al Norte.