Por notable coincidencia en la misma edición de este domingo de EL COMERCIO donde se explicaba el fenómeno de las ‘explosiones’ que pronostican los astrofísicos en el centro de nuestro Sistema Solar, también se publicaban las declaraciones formuladas por la asambleísta Betty Amores, ante el interrogatorio de Rubén Darío Buitrón.
Amores es una joven que culminó su carrera doctoral de Jurisprudencia de la Universidad Católica; militaba en el grupo oficialista de Alianza País y alcanzó el tope de la expectativa política durante la ruidosa sesión de instalación del Parlamento, que debía escoger a los dignatarios de la nueva etapa legislativa. Ella se considera ilegítimamente desposeída de la primera vicepresidencia del ente parlamentario.
Bajo el título general de ‘El discurso de Correa se agotó’, la asambleísta insistió con singular brío que la “ética política prometida por la revolución ciudadana” se perdió en el camino del ejercicio del poder”, y que “Lo que los ciudadanos han presenciado es que el famoso discurso revolucionario de los corazones ardientes y las manos limpias se va cayendo a pedazos y en este momento es casi una broma”.
La doctora Amores protestó durante la entrevista contra la impresión de que todos los integrantes de la Asamblea fueran inmorales, para justificar la supresión de esa Función del Estado, al revés de lo que ordena la Constitución: es indispensable tener respeto de una Función en la que se está dando un debate por la legalidad y están en juego valores éticos y morales.
Resumió la actuación del arquitecto Fernando Cordero, al tenor de lo que “dicen las cámaras de la TV, lo dicen los videos y lo dice el resultado de la votación. El presidente Cordero perdió tanto la votación primera como la rectificación y con énfasis sostuvo Amores que no existe la figura de la ‘anulación’ de la rectificación” en artículo alguno de la Ley Orgánica de la Función Legislativa, siendo el principio sustancial en Derecho Público que solamente puede hacerse aquello que está permitido. Observó Amores que si Cordero sigue presidiendo el Parlamento durante los dos años siguientes: “No hay problema, pero que siempre tendrá encima el gravísimo escollo de la ilegitimidad tanto jurídica cuanto ética”. Si bien de otro lado la tarea tiene que continuar. “Si hay una equivocada partida de nacimiento eso no significa que no se pueda trabajar y aún trabajar bien”.
También afirmó la asambleísta que el oficialismo debería mirar su propio ombligo y encontrar a quienes están en el verdadero ejercicio el poder: “Personas provenientes de todos los grupos de la derecha y la centro-derecha, que han gobernado. La derecha, pero no una que por lo menos busque mejorar la producción, que crea en el país e invierta dentro de él, sino una derecha especulativa sumamente corrupta. Esa derecha es lo peorcito que hemos tenido en el Ecuador”.