En lugar de aumentar las inversiones estamos desinvirtiendo. En 2017, según registros de la Superintendencia de Compañías, varias empresas ecuatorianas en marcha fueron vendidas a inversionistas de México, Centroamérica y Perú por un monto que asciende a USD 1.200 millones (El Expreso 2018-9- 26).
No se trata de nuevos negocios que aumenten el acervo económico del país sino de transferencias de unos propietarios a otros, lo que no necesariamente significa un incremento neto de riqueza en el territorio nacional, a menos que los vendedores nacionales inviertan en nuevos proyectos dentro del Ecuador.
Estas compras de inversionistas extranjeros a empresas ecuatorianas de buen desempeño pueden ser virtuosas si las agrandan, si mejoran la competitividad y la eficiencia laboral en sectores concernidos que son importantes: comercio de alimentos, agroindustria, farmacéuticos, sector financiero, producción de cemento, lácteos y bebidas gaseosas.
Son transacciones normales en tiempos de globalización, que implicarían que los ecuatorianos no creen en un buen futuro para su sector mientras que los extranjeros proyectan obtener utilidades en el mercado ecuatoriano, no temen a la inseguridad jurídica y confían en la certidumbre de la dolarización.
Si esto fuera así, podrían emprender en nuevos negocios, especialmente en el campo de la producción industrial moderna para la exportación. En el caso de los inversionistas mexicanos puede ser positivo si amplían sus inversiones para productos nuevos para su mercado que es grande y creciente, que puede ser abierto al libre comercio en favor del Ecuador como parte de la negociación de nuestro ingreso a la Alianza del Pacífico, como reciprocidad a la apertura de nuestro mercado para los automotores mexicanos, lo que, de paso, afectará a las ensambladoras que no han podido dar empleo importante en el Ecuador. (La principal firma vendió automotores por más de USD 900 millones en 2017 y solo dio empleo directo a 808 trabajadores).
La llegada de empresas transnacionales aumenta el riesgo de oligopolios que imponen precios especulativos. No todas actúan así, pero hay casos concretos ocurridos en el Ecuador, por ejemplo en el sector de industria de papel para el aseo, en donde la Comunidad Andina habría sancionado a dos trasnacionales con una multa de USD 34 millones en favor del Ecuador por haber manipulado su mercado durante más de una década. A tal efecto, ¿Qué está haciendo el gobierno para cobrar esta multa internacionalmente fijada?
Mientras tanto el Emir de Catar visita Quito y se va firmando papeles sin ningún compromiso concreto y el ministro Campana seguirá endulzando los oídos ingenuos reiterando que ya vienen USD 10.000 millones. Menos mal que al Ecuador ya han ingresado desembolsos por USD 295 millones a cuenta de la preventa petrolera a Tailandia.