La palabra consciencia viene de dos palabras latinas: con que significa unión, y scientia que significa ‘conocimiento’. Por tanto, consciencia significa con conocimiento. En educación es importante usar las consciencias: lingüística, semiótica y cósmica. Las dos primeras permiten comprender los códigos creados por los humanos para sistematizar y transmitir ciencias y valores. Un código es conjunto de pocos signos organizado por pocas reglas que permite generar infinitas aplicaciones.
La consciencia lingüística permite aprender a leer y escribir muy fácilmente usando el código alfabético. Este fue construido hace unos 4 000 años. Es más sencillo que las escrituras con pinturas (ideografía) de hace 50 000 años. Las pinturas representan directamente las ideas, sin pasar por los sonidos. Esta escritura es fácil de comprender, pero requiere de unos 40 000 signos. El código alfabético no representa directamente las ideas, sino los sonidos. Es más abstracto que la escritura ideográfica, pero tiene la ventaja de usar pocos signos: unos 50. En la mayor parte de establecimientos enseñan a leer y escribir sin realizar el proceso de consciencia lingüística. Esa es la causa de las dificultades en lectura y escritura.
La consciencia semiótica permite comprender que todas las ciencias se han construido mediante procesos de abstracción a partir de la representación de lo concreto. La ciencia que estudia la producción y circulación de los signos es la semiótica. El aprendizaje consiste en: dramatizar, hacer maquetas, pinturas, dibujos, hasta llegar a la abstracción conceptual pura.
La consciencia cósmica, por su parte, permite comprender la interrelación con Pachamama (en kichwa y aimara); ‘ Cosmos’ (en griego); Natura (en latín); Naturaleza (en castellano). Somos un fractal del Cosmos. Nos ubica ante la grandeza de lo inmenso (hawa pacha), y lo infinitamente pequeño (uku pacha). Esto genera humildad y búsqueda de paz entre los humanos.