Para el año 2022 conviene poner en práctica lo que un valioso profesional expresó en una reunión social. Un asistente comentó malestar con un pariente cercano y su decisión de sancionarlo. El hermano menor, allí presente, al escuchar semejante propósito, aconsejó: “Ñaño, haga más liviana la vida”.
El año que se inicia no será muy diferente al que finaliza. La pobreza económica de amplios sectores humanos de nuestra nación, si no hay por lo menos un porcentaje de mejoría para la vida diaria, podría manifestarse de manera exigente y hasta violenta.
Tenemos en la mente al gobierno de turno como un agente de progreso social casi inmediato y esperamos de él -en ocasiones- hasta milagros realmente imposibles.
La vida democrática de nuestra sociedad está ungida de libertad de pensamiento y de acción, aunque en varias ocasiones exageramos el uso de los derechos humanos y, como lo dijo algún mandatario, queremos hacer “lo que nos da la regalada gana”. Desobedecer las disposiciones y órdenes de las leyes y los mandatos de los gobernantes, a veces llega a la categoría de “civismo”; y si por desobedecerlas perdemos la libertad, no tarda más de dos o tres días en recuperarla.
Movimientos políticos apoyados en la protesta, aun de carácter extremista, están avanzando en América. Ejemplos claros constituyen las elecciones de nuevos gobiernos en Perú y, más recientemente, en Chile.
Dictaduras disfrazadas continúan desgobernando sus respectivos países: Cuba, Nicaragua, Venezuela, constituyen la prueba de sociedades humanas sometidas a la negación de derechos y de progresos materiales.
En Ecuador, no debemos desechar muy fácilmente el movimiento indígena liderado por Leonidas Iza, cuya influencia quedó clara al convocar a los Asambleístas del partido Pachakutik para una especie de juzgamiento, por desacatar las instrucciones sobre cómo deben votar en la Asamblea Nacional.
En el caso de los nuevos impuestos que, admítase o no, afectarán a los ciudadanos, se esperaba en la Asamblea Nacional una lección de la Izquierda Democrática, pero se limitó a que el Jefe de la bancada tache al proyecto de gobierno como “mamotreto”.
Puesto que en nuestro país hay muchos legisladores, esperemos la elevación de contribuciones en los municipios. Ya se anuncia la elevación de la Tasa de Seguridad; y pronto será otro aporte para financiar el tren subterráneo.
Para ello, aumentarán el impuesto predial que lo modifican –por lo menos en Quito- con tren o sin tren.
Podríase pensar que es broma, pero aconteció hace algunos años cuando elevaron el predial de una propiedad aduciendo que han construido una casa adicional que (aparecía en las fotografías aéreas) y resultó que la tal casa nueva era un cajón con techo para que el pobre perro de la propiedad se guarezca y se defienda del frío de las noches y de la lluvia.