¿Se habría tomado la decisión de imponer cupos para la importación de vehículos y de CKD, si el Gobierno hubiera ahorrado una parte de los recursos generados en los últimos años por el precio del petróleo? Si Ecuador tuviera unos cuantos miles de millones de dólares ahorrados, sin sacrificar obras necesarias para el desarrollo del país, se hubiera podido evitar las trabas burocráticas a la importación de ciertos productos (hasta de papel higiénico… como sucede en la sufrida Venezuela).
La limitación a la importación de partes y piezas de vehículos (CKD) ¿estará, además, sujeta a nuevos aranceles para evitar la salida de divisas de Ecuador? El endeudamiento agresivo no es solución. ¿Se estará pensando, ante el déficit fiscal previsto, aumentar en uno o más puntos el Impuesto al Valor Agregado? Esta subida, según los entendidos, podría generar, por cada punto que se incremente el IVA, alrededor de USD 600 millones al año, pero el costo político, reflejado en las encuestas, es un óbice para tomar esta medida.
La reducción de nuevos vehículos transitando en calles y carreteras ecuatorianas puede sonar positivo, pero si analizamos cómo ha crecido el parque automotor del país, quien también se verá afectada por la medida es la burocracia de oro que ha emergido poderosa durante los últimos años.
El ciudadano común tendrá que contemplar la elevación de los precios de los autos nuevos y de segunda mano, sin poder adquirirlos. El transporte público, tan peligroso, tendrá que aumentar su capacidad para recibir a más usuarios. ¿Podrá hacerlo sin afectar más la calidad del servicio?
La producción de vehículos nacionales se reducirá en aproximadamente un 22% en relación al 2014. Y las importaciones bajarán en promedio un 52%, también comparando con el año anterior. Ante estas medidas, los empresarios del sector automotor deberán prescindir de trabajadores ante la falta de bienes que vender o ensamblar.
Si se analiza la medida adoptada por el Gobierno de manera positiva, se tendrá menos autos nuevos rodando en las vías, lo que podría permitir que no se produzcan tantos accidentes… aunque los colectiveros seguirán conduciendo y matando gente en calles y carreteras.
Desde un punto negativo, se verán más vehículos viejos contaminantes. Los peatones tendrán que obligadamente salir a caminar por las veredas y los ciclistas jugarse la vida por los sectores asignados para ellos.
Mientras se exigen sacrificios al pueblo, sobre todo a aquel que votó por el actual gobernante, este sigue gastando en viajes en los que le acompañan decenas de personajes, y así obtener préstamos cuyas condiciones son manejadas como secreto de Estado. Todo lo contrario a lo que ocurre con aquellos concedidos por organismos de crédito multinacionales.