La semana pasada unos limitaditos, perdón, unos iluminaditos de una comisión de lo que hoy denominan Asamblea, henchidos de poder y dispuestos a acabar con todo lo que huela a libertad decidieron que en la ley de medios debían controlarse los contenidos que se difunden en las plataformas digitales.
El disparate fue rechazado por miles de usuarios de la Internet. A las pocas horas del desaguisado dieron retro, matizaron el error, argumentaron que fueron malinterpretados por la prensa corrupta. En paralelo, el Presidente decidió abrir su cuenta @MashiRafael en Twitter.
Su colega @ChavezCandanga usa esa red para sus arengas ideológicas. El que más seguidores tiene es Obama, con cerca de 10 millones, pero en el mundo es tercero, lo superan Lady Gaga y Justin Bieber.
Es bueno que el Presidente reciba una comunicación de retorno, diferente a su monólogo de los sábados donde no hay réplica. La proyección que tiene Twitter es infinita. Los usuarios no se tragan verdades a medias, investigan, comparten con otros twitteros (quito las comillas a este neologismo porque no pasará mucho tiempo sin que lo Academia lo adapte a nuestro idioma) arman interminables cadenas. La madrugada sorprende a centenares en la Red lanzando información, frases, citas, etc.
En Twitter hay que ser concretos, son 140 caracteres por cada mensaje, la verborrea no entra y por muy locuaz que sea el usuario no podrá exceder ese límite. El Presidente no puede cometer errores como los de Alfredo Vera, quien entró en la nueva tecnología, pero con mensajes ideológicos obsoletos, sin entender que la rebeldía no tiene ideología y que la caduca calificación entre derecha o izquierda buena o mala no tiene sentido en las redes sociales.
Los twitteros son rebeldes, no se callan, son irreverentes con el poder. Abrieron un ‘hashtag’ (esto sí con comillas) denominado #tuiteandocomoAlfredoVera, donde escriben toda clase de absurdos, con bastante sentido del humor. Como dicen los jóvenes, para entrar a este mundo no hay que ‘cabrearse’, el que se pica pierde.
@ECsinCensura, @Polificcion o @Gatoquefuma son la pesadilla para el ex funcionario, pero sí quiero destacar un ‘tweet’ positivo de Alfredo Vera, en el cual rechazaba la posibilidad de un juicio contra Diego Oquendo que, por emitir una opinión, un abogadito pensaba demandarlo quien sabe por cuántos milloncitos.
Algunos han escrito que @MashiRafael abrió su cuenta para luego demandar a quienes lo insultan, faltaría cárcel. Los jóvenes rebeldes dieron la bienvenida al Presidente durante el fin de semana y hubo algunos que se inventaron una cuenta y también mensajes como si fueran suyos. Es bueno leer a la juventud, que también se preocupa por la violencia y pide que mediante Twitter el Presidente se invente algo para acabar con la violencia y con los sicarios.