Sí, el precio del petróleo ha bajado, pero está por arriba de lo que estuvo en otras épocas en las que al país le iba relativamente bien. Por lo tanto, el problema no es el precio del barril.
Según el Banco Central, el petróleo ecuatoriano se vendió en el mes de enero de 2015 a USD 41.6 por barril. Eso está muy por debajo del precio de cualquier mes del año pasado, pero también está, ajustado por inflación, más arriba de lo que estuvo en los gobiernos de Febres Cordero, Borja, Durán Ballén, Bucaram, Alarcón, Mahuad, Noboa y Gutiérrez. Y en algunos de esos gobiernos la economía creció a tasas aceptables.
Aclaremos: el precio promedio al que se vendió el petróleo ecuatoriano, ajustado por inflación, en los gobiernos de los ocho presidentes nombrados fue menor que en enero de este año. Y el precio del crudo ecuatoriano en enero de este año es menos de la mitad del precio promedio durante el Gobierno de Correa (USD 84 entre enero 2007 y enero 2015).
En otras palabras, el crudo ecuatoriano está hoy en niveles en los que esos ocho presidentes hubieran deseado que esté. Veamos cada uno de los casos. Febres Cordero tuvo el barril a un promedio de USD 39.7, o sea, algo menos que enero de 2015. Insisto, todos son precios ajustados por inflación, todos están en dólares de enero 2015.
Borja gobernó con un precio promedio del barril de USD 30.2, Durán Ballén de USD 23.7, Bucaram de USD 29.3, Alarcón de USD USD 18.9, Mahuad de USD 18.7, Noboa de USD 29.2 y Lucio de USD 35.7. Todos, toditos, con precios menores al actual y bastante menos de la mitad del promedio del gobierno de Correa. Con esa perspectiva histórica, se puede concluir que el petróleo ecuatoriano está en buen precio.
Y algunos de los presidentes mencionados gobernaron en épocas de aceptable crecimiento económico. Por ejemplo, con Sixto (1988-1992) el PIB creció en promedio al 3,4%, con Noboa (2000-2002) creció al 3,1% y con Gutiérrez (2003-2005) al 5,4%. Y el crecimiento con Sixto fue a pesar de la Guerra del Cenepa. Además, en lo que va de la presidencia de Correa (2007-2014), la economía ha crecido a un promedio anual de 4,2%, o sea, con Gutiérrez, con un barril que costaba en promedio menos de lo que estuvo en enero 2015, la economía creció bastante más.
Entonces, en el pasado sobrevivimos, y en algunos casos aceptablemente bien, con precios del petróleo inferiores a los (supuestamente) bajos precios actuales. Y con Noboa y Gutiérrez lo hicimos ya estando dolarizados y ninguno de los dos dejó de reconocer el pago del 40% de las pensiones del IESS. Y ni ellos ni Sixto tuvieron la necesidad de trabar las importaciones. Es más, los tres presidieron épocas de notable liberalización del comercio exterior.
Evidentemente el problema no es ni el precio del petróleo ni la dolarización, sino una política económica que no supo administrar sabiamente los recursos del segundo boom petrolero.