Las mascotas, al igual que los humanos, necesitan ejercitar su mente para mantenerse saludables. Además de fomentar la actividad física, los dueños deben recurrir a diferentes dinámicas para estimular los sentidos de perros y gatos.
Santiago Prado, etólogo clínico y director Médico de la Clínica de la Universidad de las Américas (UDLA), explica que si los animales aprenden a resolver problemas su cerebro se desarrollará de mejor forma.
Mediante la combinación de ejercicios mentales y físicos se evitará el surgimiento de conductas destructivas.
Por eso, es necesario estimularlos de distintas formas en cada etapa de sus vidas. Las actividades que se lleven a cabo durante sus primeros años son decisivas para evitar que se conviertan en mascotas miedosas, ansiosas o problemáticas en el futuro.
Durante su crecimiento existen períodos muy sensibles. Uno de estos es el del aprendizaje básico, que es el que ayuda al desarrollo cognitivo. Prado recomienda utilizar programas como el “nada es gratis en la vida”.
Esta frase se refiere a una dinámica que consiste en presentarle un problema al animal para que lo resuelva y después reciba una recompensa. Todo lo que le represente un reto, pero que finalmente pueda solucionarlo, va a fomentar el desarrollo de su cerebro.
Los juguetes estimulan el olfato de los perros. Foto: Julio Estrella/El Comercio
Para aplicar este método, los propietarios pueden colocar el alimento del perro dentro de una botella plástica. Al ver su comida en este envase, el animal empezará a buscar las formas de obtenerla.
Con la práctica aprenderá que, si mueve y empuja la botella, podrá sacar el alimento. Esta es la dinámica más básica, dice Prado. Poco a poco se debe ir aumentando su dificultad. Otra opción es colocar la comida debajo de una cobija para que utilice su olfato y la encuentre.
Además de estas dinámicas caseras, existen juguetes especialmente diseñados para promover el desarrollo cognitivo de las mascotas. Gabriel Carrión, propietario de Lord Guau, cuenta que existen una variedad de artículos en el mercado para este fin.
La mayoría está diseñado para que las personas escondan la comida, especialmente el balanceado, en su interior. El perro debe utilizar su olfato y diversas estrategias para encontrarla.
Estos juguetes son útiles sobre todo para animales ansiosos o que comen muy rápido. Al enfrentarse a obstáculos para conseguir su comida, deberán alimentarse más despacio. Estos artículos son aptos para perros de cualquier tamaño y edad. En el caso de los gatos también hay una amplia variedad.
Carrión recomienda utilizarlos diariamente, pero por períodos cortos. Es preferible que el dueño esté presente mientras la mascota juega para que se convierta en una dinámica de ambos. Se sugiere cambiar la posición de la comida y de los juguetes para que cada día se enfrenten a nuevos retos.
Prado propone diseñar un plan de enriquecimiento ambiental para lograr mejores resultados. Este puede combinarse con la actividad física. Durante las mañanas, el perro debe salir a correr e interactuar con otros de su especie.
Al volver al hogar, es necesario que el propietario le presente a su mascota una nueva actividad cada día. Por ejemplo, si la primera vez utilizaron alguno de los juguetes, la siguiente ocasión pueden recurrir a la dinámica de la botella.
La idea es que el perro o gato produzca una respuesta distinta ante cada estímulo y ocupe su tiempo para encontrar la solución. Es importante empezar con actividades básicas. Si se enfrenta a ejercicios muy complejos, puede frustrarse. Esto conlleva a otros problemas emocionales y de comportamiento.