¿Qué tiene este Brasil que ilusiona a sus hinchas, que enamora con su juego en el Mundial de Qatar?
Cuenta con una delantera de lujo, que puede atacar con cinco, seis y hasta siete jugadores. Una muestra es la exhibición que hizo esta noche del 5 de diciembre en Doha (tarde en Ecuador), en el partido contra Corea del Sur.
Una máquina, definición literal que se la suele hacer en el fútbol por la forma como aplastó a Corea del Sur, por 4-1, en los octavos de final del Mundial de Qatar 2022.
Un cuadro que hace cuatro goles en 36 minutos es una muestra de la superioridad que ejerció en la cancha. De eso no hay duda. Fue un equipo que sometió a su rival, que por cierto, salió temeroso y entregó su medio campo.
Brasil, con una estrategia impecable de Tite, puso a Neymar, Richarlison, Raphina, Vinicius Juniors y Paquetá, los cuales se juntaban ofensivamente con los extremos.
La superioridad era tan evidente que hasta Neymar se dio el lujo de hacer malabares con el gol, como esos jugadores de exhibición callejera, en la zona de las 18 yardas.
El Brasil de este 5 de diciembre es letal desde su medio campo hasta la ofensiva, que no perdona.
Su zaga y los mediocampistas de contención no sufrieron. Los coreanos fueron frágiles, no le hicieron la competitividad que suelen hacerle otras selecciones.
El estadio 974 lució lleno, con más hinchas brasileños que llegaron desde su país y de los países cercanos en el Golfo Pérsico.
Sus hinchas disfrutaron del espectáculo que dio el ‘scratch’, aplaudían a Neymar cada que recibía el balón.
La superioridad de Brasil lo pone como favorito ante Croacia, que será su próximo rival, el viernes 9 de diciembre en el estadio Education City.
Su próximo rival pasó apuros para llegar a los cuartos de final por lo que ya se proyecta un probable clásico sudamericano en las semifinales contra Argentina, en caso que se clasifiquen las dos selecciones (Brasil y Argentina). La fiesta se completó en el estadio 974, construido con contenedores, con la energía que pusieron los hinchas coreanos, que tampoco dejaron de alentar a su selección, aun perdiendo 4-0. Y esa energía aumentó tras el gol de descuento de Seungho Paik.
En el transcurso del juego, la hinchada coreana que se ubicó en la parte nororiental del escenario gritó más que la brasileña.
48 674 aficionados llegaron al estadio, que será desmontado después del Mundial.
También hubo tiempo para rendirle un homenaje a Pelé. Los jugadores brasileños posaron con una pancarta en la que estaba impregnada una gigante foto del ‘rey’, quien tiene deteriorada su salud.
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