Guayaquil, Cuenca, Quito, Azogues y Ambato son las ciudades que más remesas recibieron el 2014 en el Ecuador. Entre las cinco captaron el 63,1% de USD 2 461,5 millones que llegaron el año pasado, principalmente de EE.UU., España e Italia. El 36,9% restante se distribuyó en 203 ciudades, según el Banco Central del Ecuador (BCE).
Pero al analizar el monto global de remesas del 2014 se observa que disminuyó USD 626,4 millones respecto al 2007. Esto representa una reducción del 20,3%, pues en el 2007 se registraron USD 3 087,9 millones y fue considerado un récord para el país, de acuerdo con los registros del BCE. En ese año pesaron los envíos que llegaron desde Europa, principalmente, porque el euro pasaba por un proceso de apreciación frente al dólar.
El comportamiento de las remesas depende de las circunstancias que se registran en los países de origen. Actualmente, la recuperación económica estadounidense favoreció las finanzas de los emigrantes el año pasado. Los ecuatorianos que viven en ese país mandaron USD 71,2 millones más que en el 2013, pero aún no se llega al monto logrado en el 2007 que se ubicó en 1 691,3 millones procedentes de EE.UU. En el 2014 fueron USD 1 247 millones.
La recuperación del año pasado se debe a la creación de más empleo, de acuerdo con el Departamento de Trabajo de EE.UU.; el 2014 fue considerado como el de mayor creación de trabajos en los últimos 15 años.
Chicago y New York son los principales destinos de los ecuatorianos y, en especial, de los azuayos y cañarenses. Construcción, limpieza de hogares y jardinería son sus principales ocupaciones.
El invierno pasado, que va desde diciembre hasta febrero, fue diferente para Miguel (nombre protegido), quien vive de forma ilegal en EE.UU. desde hace 20 años. Prácticamente no dejó de laborar en la construcción de un edificio. Su jefe también le pidió que haga horas extras pintado departamentos en Manhathan. “Espero que las cosas sigan así”.
Él envía dinero para ayudar a sus padres y hermanos cuando tienen una necesidad en Cuenca. No hace envíos periódicos, pero por el Día de las Madres mandó USD 300 para el festejo y el regalo y hace un mes colaboró para la operación de sus sobrinos. “Hace cuatro años, la situación estaba complicada y tuve que pedir dinero a mi familia en Cuenca… Ahora les devuelvo”.
María Zhicay vive en las inmediaciones de la Universidad Politécnica Salesiana, en el norte de Cuenca. Cada mes recibe un giro por USD 300 que le envía su hija María, quien vive 10 años en New York. USD 200 los utiliza para el arriendo de un pequeño departamento y USD 100 para la alimentación de sus dos nietos, que tienen 16 y 13 años. “Si no tuviera ese dinero no podría mantenerlos ni cuidarlos. Mi hija me dice que a veces hay trabajo, por eso no me puede mandar más… Antes mandaban USD 50 más para el estudio”, dice esta cuencana de 62 años.
Ana Ortega, quien labora en una librería frente a la escuela Hernán Cordero de Cuenca. Ella recibe USD 100 de su esposo, que vive en Queens (New York) desde hace 10 años y, en la actualidad, trabaja esporádicamente en una latonería. Para completar la manutención de su hijo, quien está estudiando, labora en este establecimiento que pertenece a su hija mayor.
Ese dinero le sirve para su alimentación de Ortega y su hijo quien estudia en un colegio. “Hay ocasiones que mi esposo quiere regresar, se queja porque a veces no hay trabajo, pero no le exijo que venga porque no tiene papeles”. Esta pareja ha adquirido una vivienda con el trabajo en EE.UU., pero no tiene ahorros.
La cotización del Euro pesa
Los envíos desde España e Italia también se han reducido. Los descensos son del 4,9% y 5,1%, en ese orden, si se compara, entre 2013 y 2014. Si se analiza con el 2007 la situación es más dramática, pues el descenso alcanza el 64,5%, influenciado principalmente por la crisis española.
Para el analista económico cuencano, Marcelo Vázquez, el comportamiento seguirá a la baja en España porque su economía se recuperará lentamente y, en cambio para Estados Unidos prevé que siga el aumento de remesas porque su economía está en mejores condiciones que en años anteriores. Él dice que la apreciación del dólar también pesa en el envío de remesas desde Europa. Es decir, los euros que envían los emigrantes representan menos dólares en el Ecuador.
La orense Karla Cuenca, de 23 años, recibe USD 1 000 al mes que llegan desde España y antes USD 1 500. Su madre le envía los gastos de manutención y para culminar su carrera de Comunicación Social en Machala. Ese dinero también sirve para mantener y los estudios de Ingeniería Civil de su hermano. “Antes recibíamos más, pero mi madre tiene más gastos y sus ingresos son menores, por suerte no ha perdido su empleo”.
El uso de las remesas
Las remesas, junto con la industria, la construcción y el comercio, son los motores de la economía cuencana. De acuerdo con el estudio Negocios y Migración realizado el 2014 por Rodrigo Mendieta, subdecano de Ciencias Económicas de la Universidad de Cuenca, en Azuay 5 191 empresas fueron financiadas con remesas para iniciar sus actividades (cerca del 16% del total). Se dedican principalmente a servicios de alojamiento, comida y bebidas, mantenimiento, reparación, manufactura y otras actividades.
La mayoría de recursos es para los gastos diarios (alimentación, arriendos y educación). Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 74% del dinero es para ese rubro cuando las remesas no pasan de los USD 250 al mes. Ese porcentaje baja a 60% y 44%, cuando los montos superan los USD 250 y 500, en ese orden. En este caso la diferencia se destina a la compra de productos suntuarios o pequeñas inversiones.
Otros orígenes y destinos internos de las remesas
El año pasado al Ecuador llegaron remesas desde 196 países o destinos como islas Malvinas, de acuerdo con la base de datos del Banco Central del Ecuador. En el 2007 fueron 164 países o destinos de origen. A más de Estados Unidos, España e Italia se destacan México, Chile, Reino Unidos, Suiza, Perú, Alemania y Colombia.
En el caso del destino interno de las remesas el arribo al área urbana representa el 98% de las remesas que llegan al Ecuador y hay varios factores para ese comportamiento que se mantiene estable desde el 2007. Para Mendieta, la primera causa es que más personas de Quito y Guayaquil emigraron a partir de la crisis económica de 1999.
Las otras razones, dice Mendieta, es que los familiares viajan a las capitales provinciales o cantonales para cobrar los giros a través de las agencias bancarias o de transferencias y que estos parientes dejaron las zonas rurales y se radicaron en las urbanas donde compraron terrenos o viviendas.