La mayoría de las personas consumen fibra para permanecerse satisfechos por más tiempo y evitar picar entre comidas. Es decir, para bajar de peso o para mantener medidas.
Y en efecto. Varias nutricionistas sugieren productos ricos en esa sustancia alimentaria para lograr un estilo de vida saludable. Pero esto último va más allá de los números que marca la báscula.
Ya sabemos que una persona delgada puede sufrir trastornos alimentarios, mientras que un hombre más ‘llenito’ puede gozar de una buena salud.
Los especialistas en realidad recomiendan el consumo de fibra porque se trata de una sustancia poderosísima, indispensable para el correcto funcionamiento del sistema digestivo y, por lo tanto, para el sistema inmunológico. En el intestino, precisamente, es donde se aloja el 80% de las células que conforman ese sistema.
Lamentablemente, solo las personas que cuentan con la guía de una experta intentan cumplir con las cantidades que sugieren (25 gramos al día) instituciones como la Organización Mundial de la Salud. La ingesta de esa cantidad reduce significativamente el riesgo de padecer hinchazón abdominal, estreñimiento o acumulación excesiva de gases.
El resto de la población omite por completo su ingesta. ¿La razón? Preferimos alimentos ultraprocesados, cuando lo ideal sería optar por alimentos naturales, que siempre van a resultar más económicos.
Las frutas, vegetales y cereales integrales -por ejemplo- son riquísimos en fibra y más aún, los productos que se pueden comer con cáscara como las manzanas, peras, duraznos y los frutos rojos. Cuando hablamos de cereales obviamente nos referimos a los integrales como la avena y el arroz.
El consumo diario de esos alimentos nos ayudará a sentirnos mucho más livianos y con energía. ¡Qué feo es cuando estamos llenos de gases o con dolor abdominal! Hay ocasiones en que la molestia se extiende al resto del cuerpo. Algunas personas registran incluso dolor de cabeza.
Recordemos que la fibra es el alimento de esas bacterias buenas que habitan en nuestro intestino, y esas son las responsables de protegernos de enemigos -virus y bacterias-. También colaboran en la producción de varias vitaminas y aminoácidos, y facilitan la absorción de minerales.
Así que si ustedes están en el grupo de personas que omiten el consumo de fibra es hora de incluirla en el plan de alimentación diario para evitar todos esos problemas.
¿Quiénes necesitan fibra? Todos. Y para facilitar su ingesta les recomiendo alternativas como la linaza molida, por ejemplo. Es muy versátil y casi no tiene sabor. Así que la puede utilizar para preparar pancakes, batidos o incluso en ensaladas.
Recordemos que ahora más que nunca resulta indispensable contar con un sistema inmunológico fuerte. Solo así tendremos más oportunidades de lidiar con los estragos que provocan enfermedades como el covid-19. Y sí, de paso también estaremos trabajando para lograr el cuerpo y el peso que buscamos.
Me olvidaba. El número de bacterias buenas en nuestro intestino se reducen significativamente cuando optamos, con frecuencia, por alimentos altos en azúcar, sal y grasas saturadas. Los medicamentos y el consumo de alcohol también las destruye.
¿Ustedes son pro fibra?
Los leo en pgavilanes@elcomercio.com