El fallo de la Corte Constitucional sobre la reforma a la Ley educativa emitido la semana anterior deja algunas lecciones para el manejo del presupuesto estatal, pero también para el familiar.
El organismo declaró la constitucionalidad de casi toda la norma, pero puso reparos a los artículos que daban beneficios económicos a los maestros como un alza significativa de los salarios y una jubilación especial. Aunque la Corte señala que es una legítima aspiración de los docentes, consideró que al no haber un financiamiento claro el derecho corría el riesgo de no cumplirse.
Por lo tanto, dio un plazo de seis meses al Legislativo para que solicite los estudios de factibilidad económica y que solo luego de eso se debata y trate nuevamente la propuesta.
El incremento salarial se planteó pese a que su costo era de USD 3 000 millones y el Ministerio de Finanzas envió un oficio a la Asamblea en el que decía que no contaba recursos. Pese a eso, el Gobierno no vetó el texto cuando tuvo oportunidad y lo envió al Registro Oficial para su publicación.
Por otro lado, la jubilación especial no tenía como sustento un estudio actuarial que determine el impacto de la medida en el Seguro de Pensiones del IESS. El Seguro Social hizo ese informe en junio y determinó que para financiar el beneficio se tendría que subir la tasa de aporte en un 2,5% para los afiliados. En la Ley propuesta por la Asamblea solo se indicó que el Estado cubriría el beneficio, pero actualmente no tiene la capacidad de pagar ni los aportes que ya debe hacer a la seguridad social.
La Corte reprochó la actuación de la Asamblea y del Ejecutivo por no tener en cuenta todos estos aspectos.
El fallo de la Corte es un llamado de atención a quienes están en el poder y marca un cambio radical de cara a la forma de hacer política pública en el país, tan acostumbrada a ser demagógica y pasarse por encima de lo técnico, y es que es fácil ser generoso con plata ajena.
Un ejemplo de esto último fue la decisión tomada en el 2010 por la Asamblea, cuando aprobó sin financiamiento la cobertura de salud en el IESS a hijos menores de 18 años de los afiliados, antes de eso solo se atendía a menores de 6 años. Se hizo sin estudios sobre cómo se financiaría. El impacto no se vio de forma inmediata, pero se siente hoy cuando el Seguro de Salud del Seguro atraviesa por una grave crisis y no puede cumplir con todas las atenciones.
Las finanzas personales son tan importantes como las del Estado, pero a veces actuamos como lo hizo la Asamblea y el Ejecutivo con la Ley educativa. Hacer gastos sin una correcta planificación puede conducir a problemas financieros o sobreendeudamiento. Esos problemas usualmente no se sienten de forma inmediata sino cuando ya las familias no son capaces de llegar a fin de mes. Todo se agrava cuando los hogares no tienen ahorros ni están preparados económicamente para cubrir una emergencia. En la vida también debiéramos actuar como sugiere la Corte y analizar el presupuesto familiar antes de emprender con un gasto.