La propagación del coronavirus es una tragedia global. Pero, además, amenaza la ya débil y vulnerable situación económica del Ecuador.
Ante la falta de una vacuna, los países buscan contener el virus con medidas de restricción a la movilidad. Si esas decisiones funcionan, algunos países como China proyectan que la crisis sanitaria podría comenzar a revertirse desde junio.
En Ecuador algunos sectores comienzan a resentirse. Los hoteles reportan un 50% de cancelación en sus reservas, el sector aéreo limitará su actividad, las ventas de florícolas cayeron 60% por las restricciones logísticas y baja en la demanda, camaroneros y bananeros tienen problemas logísticos para entregar sus productos, las actividades de entretenimiento están paralizadas.
Esto podría impactar en los indicadores de empleo que registraban deterioro incluso antes de la emergencia por el covid-19. Ante ello, algunas medidas son urgentes.
El país deberá buscar líneas de financiamiento con multilaterales para fortalecer las reservas dadas las condiciones restrictivas, debido al aumento del riesgo país. También es probable que se hagan necesarias operaciones de liquidez con el oro de las reservas en manos del Banco Central.
Desde el mercado interno, el sector bancario es un actor clave. La Asociación de Bancos Privados señaló que inyectará USD 12 000 millones en el segundo semestre en créditos para todos los sectores.
Un aspecto adicional que se debería analizar es un refinanciamiento de los préstamos de los sectores afectados por la crisis. Por ejemplo, en Italia se analiza otorgar meses de gracia para el pago de deudas hipotecarias.
Además, extendió los plazos de pago de impuestos para las firmas áreas afectadas.
Ecuador cuenta con un seguro de desempleo para afiliados del IESS, que podría mejorarse. El Seguro Social también podría pensar en otorgar facilidades de pago de los aportes de empleadores. El objetivo será ejecutar medidas para preservar la liquidez empresarial.