Las fotografías parte de la onda foodporn invitan a probar, a degustar. Están hechas para tentar a quien la vea. Foto: Foodporn.tumblr

Las fotografías parte de la onda foodporn invitan a probar, a degustar. Están hechas para tentar a quien la vea. Foto: Foodporn.tumblr

#Foodporn, el invento viral que incita a pecar

Las fotografías parte de la onda foodporn invitan a probar, a degustar. Están hechas para tentar a quien la vea. Foto: Foodporn.tumblr

Ostras servidas con hielo y limón. Sabrosas. Tan perfectas y delicadas que provoca tomarlas y de un solo bocado devorarlas, sentir el frescor de mar en el paladar, acabar con todas en menos de cinco minutos. Pero no se puede. No es posible atravesar la pantalla del computador o del smartphone con las manos. Es solo una fotografía, una muy provocadora (en exceso), de tantas que se diseminan en Internet.

Desde hace un tiempo, sería arriesgado precisar cuánto, las redes sociales- Instagram y Tumblr sobre todo- se llenaron (hasta el borde) de imágenes de platillos de comida. Platos pecaminosos: camarones al ajillo envueltos en tocino. Rebosantes de calorías: chuletas de cerdo en salsa BBQ picante. Empalagosos: una torre de brownies tipo red velvet recién salidos del horno.

La nueva ola que inunda la red con aromas que no se sienten pero que se imaginan se llama ‘foodporn’, una mezcla de comida y sexo y un hashtag que abarca lujuria y gula. El punto, según se plasma en un artículo de Hipertextual, es hacer que la comida se vea irresistible. Más de lo que ya es.

Schmancy-ish roast beef sammiches, because Friday🙆

Una foto publicada por spoonforkbacon (@spoonforkbacon) el

La palabra, que Urban Dictionary define como imágenes en ‘close-up’ de comida sabrosa y deliciosa, de estilo publicitaria, tomó forma antes del auge informático. Fue utilizado por primera vez en 1984, por Rosalind Coward. La feminista lo incluyó en su libro ‘Deseo femenino’ para referirse a alimentos cuidadamente presentados que llegan a ser un deleite o un regalo para los demás.

Ahora, el término encontró su lugar en la red y aunque idealmente (no todo sucede al pie de la regla) abarca fotografías que literalmente hacen agua la boca de los cibernautas no siempre es así. El hashtag puede ser usado por cualquiera, y cualquiera incluye incluso a aquellas personas que tienen averiada su percepción estética. La triste realidad es que los platos agrupados bajo #foodporn no siempre despiertan el deseo y tampoco los cinco sentidos.

Marco Garzón, fotógrafo y diseñador referente de la fotografía gastronómica de Ecuador, ve a esta tendencia como una de las tantas formas que el ser humano usa para transmitir sensaciones, del estilo “me gustaría que pruebes esto”. El foodporn, además, es un imán de 'likes' y comentarios y una excelente herramienta para provocar envidia. Y con este ya van tres pecados capitales.

Si de sensaciones se trata, el poderoso término ‘en manos’ de mentes oscuras es un método de ostentación y provocación, del tipo “mira lo que estoy comiendo y lo que puedo pagar”. Eso lo expresa Alejandro Escalante de Milenio de México. Desde esta perspectiva es la consumación de la soberbia. La cuenta sigue, ya van cuatro pecados.

#chilidog

Una foto publicada por Marcus Nilsson (@pissinginthepunchbowl) el

En un versus con la fotografía gastronómica, esta moda de redes sociales- que en español bien podría llamarse pornografía culinaria- se centra (otra vez, idealmente) en el “placer visual” y en “incidir en el paladar”, pero en la mayoría de los casos no hay un proceso fotográfico en sí explica Garzón.

Tampoco se toma en cuenta la intención del chef y es, ante todo, el punto de vista del comensal. Es subjetiva en contraposición a la por poco completa objetividad de la fotografía gastronómica profesional.

El invento viral que alegra la vida de los ‘foodies’ día a día, foto a foto, tiene bifurcaciones. Su popularidad la obligó a diversificarse. Así, el hashtag se usa también especificando el país. Si la imagen muestra una pizza de pepperoni con el queso derretido aun caliente, aun burbujeante sabemos que es #foodpornIatalia. Si otra exhibe una caja de esponjosos y multicolores macarons será #foodpornFrancia.

Otra derivación es la creación de tags de comidas específicas como #burgerporn y la difusión de videos cortos capaces de excitar hasta la última de las papilas gustativas. Ese es el caso del clip de menos de un minuto compartido por el DJ Mosaken en su página de Facebook.

FOODPORN AT ITS BEST!

People who love to eat are always the best people. Song by DiscoTech

Posted by DJ Mosaken on Lunes, 5 de enero de 2015

El concepto hasta se volvió transmedia. Existe un libro que primero fue una exposición, ‘Del bodegón al porn food’, que recopiló instantáneas de fotógrafos implicados en la cocina actual de España que combinan erotismo y gastronomía. Recientemente se dio a conocer el nuevo proyecto, Foodgraphy, de un restaurante israelí llamado Catiti. Este pone a la disposición de los comensales platos diseñados para fotografiar la comida desde diversos ángulos y así lograr fascinantes tomas con el smartphone.

Video: YouTube, canal: BBRChannel