
Los actores utilizan diferentes trucos para simular la sangre, disparos, el consumo de drogas y el llanto. Foto: Captura
Así se graban las escenas de tus películas y series favoritas

Es increíble todo lo que el cine y la televisión pueden hacernos creer y sentir. No lo niegues, alguna vez te asustaste, lloraste o reíste hasta no poder durante alguna película o viendo tu serie favorita.
Esto se debe a que los realizadores utilizan una serie de recursos para que todo parezca real y nuestra ingenuidad se deja llevar. Te contamos algunos trucos utilizados durante y después de la grabación que harán que nunca más vuelvas a ver películas con los mismos ojos.
Para representar la sangre, sobretodo en las películas de bajo presupuesto, el viejo truco de la salsa de tomate diluida en agua jamás falla. Sin embargo, ahora hay compuestos químicos cuyo color se parece todavía más a la sangre.
Felipe Terán, experto en dirección de cine y guionista cuenta que, para simular la sangre producida por un disparo, existen parches conectados a un detonador, que se pegan en el cuerpo del actor. Al momento en que el personaje presiona el gatillo, el encargado de los efectos especiales presiona un botón y lo hace estallar.
Pero entonces, ¿qué sale de la pistola? Nada. La mayoría de veces se utilizan explosivos como la pólvora para simular que se ha disparado algo. Las balas de salva o de goma tampoco se utilizan. Pueden ser peligrosas y causar daños más graves que un simple hematoma.
A pesar de que cuando le disparan a nuestro ídolo todo nos parece real, basta ver su movimiento para darnos cuenta de que se trata de actuación. Terán explica que, cuando un personaje recibe un disparo, no debería “salir volando” hacia atrás, sino “encogerse y caer hacia delante por el impacto y el dolor. Si una persona recibe un disparo, lo más normal es que adopte una posición fetal”.
Este no es el único mito en cuanto a los disparos y tiroteos. Si creías que en serio puedes salvarte de una bala escondiéndote detrás de la puerta de un carro, estás equivocado, no lo hagas. En la vida real, las balas atravesarían la puerta y tu cuerpo, pues los autos normales no están blindados. A menos de que estés viajando en el carro de Barack Obama, no estarás a salvo.
Para simular heridas muy graves, el maquillaje en efectos especiales ha avanzado mucho durante los últimos años. Silicón para crear moldes, látex y gelatina son los elementos más utilizados para que personajes como los zombies de 'The Walking Dead' nos den miedo y repulsión. Cuando existen acercamientos a una herida, por lo general se trata de una prótesis.
Al igual que casi nunca se produce un disparo real en el cine, casi nunca se consuma el acto sexual- lo sentimos-. Las escenas grabadas son solo las necesarias para que el espectador induzca que la pareja está teniendo relaciones sexuales. Terán comenta estar desnudos en el set que es incómodo, pero que es parte del trabajo actoral.
A veces, cuando las tomas son más explícitas, los actores prefieren utilizar dobles. Existen muy pocas películas en las que el acto sexual se consuma de verdad. Este es el caso de una escena de 'Anticristo', de Lars Von Trier, en la que los personajes realmente tienen relaciones sexuales en cámara lenta, interpretadas por sus dobles.
No. La mayoría de actores no se drogan, o por lo menos no lo hacen mientras interpretan un papel. Según Terán, en la mayoría de los casos, los actores esnifan vitamina D o leche en polvo. En cambio, la 'cocaína' que vemos en las fundas de los dealers suele ser harina, tiza, cemento o talco para bebé.
A pesar de que las dos primeras sustancias no son nocivas, no todos los organismos logran soportarlas debidamente. Este fue el caso de Jonah Hill durante el rodaje de 'El lobo de Wall Street'.
Según una entrevista que concedió a The Guardian, sus pulmones se vieron afectados por tanta vitamina D, que estuvo en cama por más de un mes con bronquitis. Para evitar que esto suceda, muchos expertos en utilería ponen vaselina en el interior del sorbete por el cual se esnifa, así el polvo quedará pegado dentro de él no llegará a los órganos del actor.

Seguramente recuerdas las escenas de las películas en que un actor es herido en la cabeza con una botella de vidrio, o se golpea contra una ventana que se rompe en mil pedazos. Bueno, los vidrios no son de verdad. Los actores nunca se arriesgarían a hacerse daño.
Según Terán, el vidrio es reemplazado algunas veces por un tipo de plástico muy delicado, que al romperse no es capaz de cortar. Otras veces, en cambio, se utiliza … ¡caramelo! ¿Te imaginas tener ventanas de azúcar con agua y jarabe de maíz?
Si esta escena te parece tan real, debe ser también por el trabajo de la postproducción en el sonido. Son ellos que agregan el ruido que haría una ventana o un espejo al romperse. En otras ocasiones, cuando un hueso de un personaje se rompe, usualmente es un apio partiéndose en la mitad el que da el sonido a la escena.
Otra ventaja del cine es la posibilidad de utilizar perspectivas para jugar con la escala de los elementos o para crear ciertos efectos visuales. Es común buscar los ángulos de las tomas y trabajar con las luces para lograr lo que se desea. Terán pone como ejemplo a los primeros personajes sin un brazo o una pierna: “antes le hacías subir la pierna con el tobillo pegado a los glúteos y evitabas hacer tomas laterales o desde atrás”.
Ahora, muchos escenarios y efectos especiales se logran gracias al croma, el fondo verde que viene reemplazado en la edición digital por una imagen. Los primeros cromas se utilizaron en las escenas dentro de los coches, para simular que los actores manejaban en una carretera.
En la primera parte de la saga de la 'Star Wars' se utilizó una técnica llamada matte painting, en la que se pintan vidrios con óleo y, a través de la iluminación, se crean escenarios que parecen reales. En otras películas se fabricaron maquetas pequeñas que, a través de la cámara, se convirtieron en grandes escenarios. ¿Pensabas que el castillo de Hogwarts en 'Harry Potter' y el hotel de 'Gran Hotel Budapest' eran reales? Pues no.
Si alguna vez vista a un actor después de la película y dijiste “creí que era más alto”, puede que hayas estado en lo correcto. Durante el rodaje, los técnicos utilizan todos los recursos necesarios para lograr el efecto que quieren. Esto sucedió con Dustin Hoffman en 'Todos los Hombres del Presidente. Hoffman', que medía menos de 1,70 metros, tenía que verse del mismo tamaño que su compañero Robert Redford, de 1,80 metros. Por esto, en varias tomas de la película se vio obligado a pararse en un escalón de 10 centímetros de altura.
En cuanto al llanto, la cebolla ha servido a varios actores. Sin embargo, las mejores escenas se dan cuando el actor se adentra en el personaje y llora de verdad. Según Terán, el público nota cuándo son lágrimas de cocodrilo, comunes en las novelas.