En horas pico de la mañana, entre las 07:00 y 09:00, la avenida Simón Bolívar registra una importante densidad de tráfico

En horas pico de la mañana, entre las 07:00 y 09:00, la avenida Simón Bolívar registra una importante densidad de tráfico

Qué sucede en la Simón Bolívar, por qué hay tantos accidentes

En horas pico de la mañana, entre las 07:00 y 09:00, la avenida Simón Bolívar registra una importante densidad de tráfico. Foto: Paúl Jaramillo/EL COMERCIO

Cerca de las 07:00 la avenida Simón Bolívar se empieza a llenar de vehículos que circulan en sentido sur - norte. En el puente de Guajaló, en el sur de Quito, los autos se aglomeran para ganarse un espacio en el paso elevado que sube desde la avenida Morán Valverde y se une con la vía rápida del oriente de la capital. A esa hora, los conductores solo esperan que un accidente no congestione el tráfico en esa arteria vial que une a la ciudad de extremo a extremo.

Media hora más tarde, en el sector de la Casa de La Selección, un uniformado de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) se protege de la lluvia. Mientras se coloca un poncho de agua gris, comenta que en los días con mal clima el tema del tránsito “se vuelve más complicado”.

Según el agente, de los 35 kilómetros que tiene la avenida Simón Bolívar desde el intercambiador de la vía Panamericana Norte hasta el puente de Guajaló en el sur, existen tres sitios que son los más conflictivos: el ingreso a Nayón, la zona colindante con Guápulo y el desvío de la Universidad Internacional.

Los accidentes que se han registrado en febrero de este 2018 sostienen la versión del agente de la AMT. El pasado lunes 19, alrededor de las 07:20, un autobús interprovincial se impactó con tres vehículos en el ingreso a Nayón. Ese mismo día, pero en la tarde, cinco personas resultaron heridas en un choque de tres automotores en el sector de Guápulo.

Dos días después, el pasado miércoles 21 de febrero, un auto se impactó contra un árbol en el ingreso de la Universidad Internacional. Según los agentes que atendieron el siniestro la causa del choque fue la neblina y la calzada mojada.

La avenida Simón Bolívar registra altos índices de accidentes dentro de la capital. Las estadísticas de la AMT muestran que durante el 2017 ocurrieron 501 eventos de tránsito en esta importante vía de Quito.

¿Qué hace que esta avenida sea tan peligrosa al conducir?

Según Julio Puga, director de la AMT, que es la entidad que controla el tráfico en Quito, la causa principal de los accidente en esta vía “siempre ha sido por exceso de velocidad”. Precisamente en las zonas más conflictivas se han colocado radares de velocidad fijos para que los conductores circulen más despacio. El funcionario sostiene que esta medida hizo que los incidentes de tránsito disminuyan.

El límite de velocidad en la Simón Bolívar, al ser una vía perimetral, es de 90 kilómetros por hora, aunque existen zonas pobladas en las que ese rango disminuye. Estos espacios cuentan con señalización, tanto horizontal como vertical, que anuncian que se debe disminuir la velocidad.

A decir de Puga, existe otra razón del alto número de accidentes en la Simón Bolívar: el clima. El Director de la AMT señala que en la vía hay sectores con una importante densidad de neblina, se trata de La Argelia y Puengasí, en el sur, y el sector de la Universidad Internacional. De hecho, el accidente del pasado 21 de febrero sucedió por la poca visibilidad, según los agentes de Tránsito que llegaron hasta ese lugar.

La condición mecánica de los vehículos que circulan por esta vía también es un factor importante. En épocas de lluvia, circular con llantas lisas por esta arteria vial es peligroso, pues cuando la calzada está mojada y los conductores tratan de frenar con neumáticos sin labrado, el auto derrapa y esto puede producir problemas, desde accidentes con otros vehículos, hasta la muerte de los ocupantes del automotor.

Pero existe un factor adicional que se debe tomar en cuenta al hablar de accidentes en la Simón Bolívar: el diseño y la configuración de la vía. Jaime Izurieta, diseñador y planificador urbano, explica que esta arteria perimetral tiene carriles anchos, con parterre divisorio a desnivel y rieles de seguridad, que hace sentir seguro al conductor cuando maneja a altas velocidades. El problema nace cuando, en partes del trazado "hay curvas peligrosas que no admiten esas velocidades, y es allí donde la impericia hace que se pierda el control de los vehículos", indica el profesional.

Sobre los tres lugares problemáticos que habíamos mencionado antes: Nayón, Guápulo y la Universidad Internacional, Izurieta asegura que como la vía está diseñada para ir a altas velocidades hay sitios en los que los conductores pueden alcanzar hasta los 120 kilómetros por hora. Al llegar a esas zonas con curvas pronunciadas, que admiten solo 50 kilómetros por hora, se vuelve complejo maniobrar.

¿Qué se puede hacer al respecto?

Julio Puga recomienda a los conductores respetar los rangos de velocidad, que están establecidos para condiciones climáticas normales. Sin embargo, cuando se presentan lluvias o neblina es necesario ir a menor velocidad que el rango permitido (90 kilómetros por hora) e incluso detener el vehículo si el conductor no se siente seguro. Además, es importante revisar el estado mecánico del vehículo: llantas, luces, frenos y plumas sobre todo. Y lo más importante: manejar con una actitud defensiva, siempre atentos y respetando las señales de tránsito.

Por su parte, Julio Izurieta plantea alternativas para las autoridades del Municipio de Quito. Las sugerencias consisten en: devolverle a la Simón Bolívar su carácter de vía rápida, limitar los accesos y mejorar las curvas peligrosas o transformarla definitivamente en una vía urbana de velocidad media.