USD 200 000 era el valor que exigía un grupo de secuestradores para liberar con vida a un comerciante de autos, en Guayaquil.
El plagio ocurrió la mañana del pasado 25 de mayo del 2021. Ese día, el joven comerciante, de 20 años de edad, fue citado por los sospechosos a las 09:00 en los exteriores de un centro comercial que funciona en el noroeste de la ciudad.
Los sospechosos se hicieron pasar como compradores de un vehículo. El joven asistió a la cita solo. 20 minutos después un hermano de la víctima lo llamó a su celular. “Contestó nervioso, luego lo volvimos a llamar y ya no respondió. En ese momento nos preocupamos”, dijo un familiar a la Policía.
Cerca de tres horas después, la familia recibió una llamada de un teléfono que terminaba en 22. Era un hombre que se identificó como Luis y exigió el dinero.
“Nos dan ese dinero o si no les enviamos (el cuerpo de su hermano) hecho picadillo”, amenazó por el teléfono.
La familia se preocupó y esperaron hasta las 15:16. A esa hora, otra llamada desconocida ingresó. Era otro hombre que preguntaba si ya consiguieron la plata. Los parientes respondieron que no y que solo tenían USD 1 000.
La respuesta enfureció a los secuestradores y amenazaron nuevamente con matarlo si no les daban un rescate.
En la conversación los desconocidos dijeron que sabían todos los movimientos de la familia, sus negocios y economía. Con todos estos antecedentes, los hermanos del comerciante dieron aviso a la Policía.
La Unase (Unidad especializada en secuestros) se hizo cargo del caso.
Los agentes rastrearon los números telefónicos de los sospechosos y marcaron la ruta del secuestro a través de cámaras de seguridad.
Tras un intenso operativo, los uniformados capturaron a dos hombres y liberaron al joven. El caso sigue en investigación actualmente.