Médicos y enfermeras en Manabí están asustados. Los profesionales dicen sentirse desprotegidos. Las bandas criminales que operan en esta provincia ya los han atacado por múltiples ocasiones, pero por temor y amenazas no han denunciado estos hechos a la Policía.
El 27 de noviembre de 2022 ocurrió un ataque que develó la violencia que ejercen las mafias contra los hospitales. Siete hombres, integrantes de una banda delictiva y fuertemente armados, ingresaron a una casa de salud. Apuntaron con revólveres y pistolas a las enfermeras y recorrieron las instalaciones de cuidados intensivos.
Buscaban a uno de sus enemigos, que había sido herido en un enfrentamiento horas antes. Al no encontrarlo, arremetieron contra los trabajadores del hospital y tomaron como rehenes a dos enfermeras. Intentaron salir por una puerta mientras sujetaban del cuello a la profesional y le apuntaban con un arma en la cabeza.
Las personas que presenciaron ese momento dicen que la enfermera les suplicaba gritando que no la maten porque tenía una hija pequeña. La Policía activó un protocolo y controló la situación.
Violencia hospitalaria
Pero en este 2022 no ha sido el único caso de violencia contra los hospitales. La Policía tiene reportes de que este tipo de ataques se han perpetrado en casas de salud de seis provincias. En la lista están Manabí, Los Ríos, El Oro, Santo Domingo, Esmeraldas y Guayas.
La violencia en estas zonas coincide con el alto índice de muertes violentas. Sobre todo en las tres últimas provincias, donde aún están vigentes los estados de excepción por los atentados criminales.
En Guayaquil hubo asesinatos en clínicas. Uno de los más graves sucedió en mayo de 2021. Dos sicarios ingresaron a una casa de salud, amenazaron al personal y asesinaron a una mujer. Las investigaciones determinaron que los sospechosos iban por un enemigo, pero se equivocaron de víctima.
En Santo Domingo, en octubre pasado, miembros de bandas delictivas ingresaron a un hospital y dispararon 14 veces. Amenazaron a los médicos y sometieron a los guardias de seguridad. Los agentes dijeron que se trató de una represalia a un miembro de otra organización criminal, que estaba hospitalizado en esa casa de salud.
Extorsiones a especialistas
Los ataques a personal de salud por disputa de bandas no son la única amenaza que sufren los galenos. Las mafias han empezado a extorsionar a los médicos especialistas con las conocidas ‘vacunas’.
En Esmeraldas, las autoridades de Salud han evitado pronunciarse respecto de estos hechos. “No podemos hablar de ese tema. No tenemos autorización y también es muy riesgoso para nosotros”, dijo un alto funcionario del Ministerio de Salud.
EL COMERCIO pudo conversar con el médico de uno de los hospitales más grandes de la ciudad. El doctor contó que este 2022, en esa casa de salud han renunciado al menos 12 especialistas. Entre ellos están cirujanos, cardiólogos, anestesistas, entre otros.
Las razones de sus salidas han sido amenazas y extorsiones que recibieron de las bandas. “Nos piden USD 10 000 o 15 000 de un día para otro. Si no pagamos nos amenazan con matarnos a nosotros y a nuestros familiares”, dice un doctor, que prefiere no dar su nombre.
Otro galeno confirma esto. “Los jefes de las bandas saben todo de nuestras vidas. Nos mandan mensajes que dicen ‘conocemos que tu hijo está estudiando en Quito’. ‘No hagas que le pase algo’. ‘Mejor paga, evítate problemas”, contó.
Territorios de disputa
En Manabí y Los Ríos, los doctores y enfermeras también sufren de extorsiones. Allí les piden entre USD 200 y USD 600 para que sigan trabajando. Además, les advierten que solo pueden atender a ciertas personas que ellos conocen. “Nos dicen que solo atendamos a la gente de la banda del barrio. Si llega algún enemigo, tenemos advertencia de que no los atendamos o nos asesinan”, dice una enfermera en Quevedo.
Agentes de Inteligencia dicen que no tienen información de que los hospitales sean considerados puntos claves para las mafias, pero señalan que si están siendo monitoreados. De allí que la Policía y el Ministerio de Salud analizan planes y protocolos de seguridad en las casas de salud. Una de las acciones que se pone en marcha es el monitoreo constante con UPC móviles en los exteriores. Además, se planea reforzar las seguridades durante las noches y madrugadas de los fines de semanas. Esos días son los más peligrosos.
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