“Que se haga justicia para mi hija”. Ese es el pedido de la madre de Paola, víctima de femicidio la noche del 2 de enero de 2023, en Sangolquí, al oriente de Quito.
Ella recibió a EL COMERCIO, en la oficina de su negocio, este 6 de enero. A sus espaldas se ven varias fotografías, entre ellas las de sus tres hijos, donde posan juntos, abrazados y sonriendo.
De las redes sociales no quiere saber nada, dice, porque se enteró que los videos de las cámaras de seguridad que muestran cómo su hija fue atacada ahora se difunden en dichas plataformas. Eso le molesta, porque hay escenas cruentas y explícitas del violento crimen, que se comparten “sin ningún contemplamiento”.
“Deberían volver a darles clases de valores a estas personas, que no saben el daño que provocan”, comenta, mientras su otra hija la escucha desde su lado derecho.
Otros familiares ingresan a la sala y se unen a la conversación, son el hermano de Paola y su esposa.
Dos pérdidas en la familia
Los familiares, cuyos nombres y apellidos dejamos en reserva por respeto a su privacidad, se quedaron “sin sus dos alegrías de la casa”. El primero era el padre de Paola, quien falleció víctima del covid-19 en 2020.
Ahora la familia se enfrenta a su segunda pérdida irreparable.
Su madre la recuerda desde la infancia como “una niña muy cariñosa”. “Mi esposo era el ‘payaso de toda la familia. Y luego quedó ella (Paola). Estudiaba Hotelería y Turismo, pero cuando se casó no terminó su carrera”.
Un sueño arrebatado
Los planes de Paola no estaban en una carrera o en un título. Su plan de vida era tener un “matrimonio de telenovela”, junto a un esposo y a sus hijos, recuerda su hermano.
Y lo cumplió. Paola mantuvo una relación con Cristian, ahora sospechoso de su femicidio, por alrededor de 13 años, entre noviazgo y matrimonio. Paola tuvo dos hijas; la primera (15 años) de otra relación y una segunda (4 años). “Ahora cómo le vamos a explicar esto (su muerte) a la más pequeña”, se preocupa su hermano.
“Fue una mujer trabajadora, responsable… Siempre predispuesta a ayudar a los demás. Siempre le gustaba estar en todo lado. Le gustaba la música nacional, era muy chichera“, cuenta su hermano.
“Patty Ray era su ídola”, agrega su cuñada. Y ambos sonríen mientras la recuerdan. “Eso sí, tenía su carácter pero siempre era muy alegre”, dice.
Ella también rememora la vez que Paola, su ‘Gallito Fino’ como la llamaba, no quiso abrir el sobre que decía si sería madre o no. Su cuñada lo hizo por ella y cuando supieron que el resultado era positivo, rieron y festejaron. Lo recuerda como si hubiera sucedido ayer.
Paola estaba viviendo su sueño de ser madre, ama de casa y tener un matrimonio, pero todo eso le fue arrebatado a sus 35 años.
No es policía
En redes sociales circuló que Cristian pertenece a la Policía Nacional. Esto fue desmentido por los familiares de Paola, pues cuentan que solo era cadete, y que a pocas semanas de graduarse de la Policía fue dado de baja.
El sospechoso se mantiene con prisión preventiva, mientras dura la instrucción fiscal.
Sobre la noche del femicidio, los familiares tienen para contar varios, muchos detalles más. Pero prefieren la reserva mientras duran las investigaciones del caso.
Un mensaje de la madre
“A todas las autoridades del país les exijo justicia, no solo para mi hija sino para todas las mujeres que sufren estos casos. No se olviden de este caso ni de ningún otro. Pido que se llegue hasta las últimas consecuencias y que no quede impune, porque hay dos niñas de por medio. Que paguen el culpable o los culpables”, finaliza la madre de Paola.
A las 15:00 de este viernes se anunció que se desarrollaría una marcha por Paola y por la inseguridad, en Sangolquí. El hermano de Paola agregó que también se sumarán a las movilizaciones que realice Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal, otra víctima de femicidio.
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