14 armas de fuego y 6 519 tacos de dinamita fueron presentadas por la Policía Nacional en Guayaquil luego de un allanamiento en la mina Un Solo Toque en el cantón Ponce Enríquez (Azuay), en una zona limítrofe entre las provincias del Guayas y El Oro.
El viernes 19 de noviembre del 2021 se conoció que esa mina servía como un centro de acopio ilegal de armas de fuego. El comandante de la Zona 8 de Policía, Fausto Buenaño, informó que el armamento y los explosivos pretendían ser distribuidos para actos delincuenciales en Guayaquil y en centros carcelarios como la Penitenciaría del Litoral, escenario de inéditas masacres este año.
“Se tuvo conocimiento de que integrantes de organizaciones delictivas estaban almacenando armas de fuego y explosivos”, informó Buenaño en rueda de prensa. La abundante dinamita incautada está valorada en USD 100 000, dijo.
El operativo en la mina se ejecutó la madrugada del jueves 18 de noviembre y estuvo a cargo de la Dirección Nacional de Asuntos Internos de la Policía en coordinación con la Fiscalía. En el allanamiento se encontraron chalecos y uniformes de la Policía Nacional.
El material explosivo estaba almacenado dentro de una bodega que también era usada como habitación de los trabajadores de esta mina.
En el lugar se encontró un fusil Fal, un fusil R15, un fusil M16, dos subametralladoras, dos pistolas, siete escopetas, 224 proyectiles, cuatro chalecos antibalas, dos prendas policiales y siete celulares. No se registraron detenidos.
La Policía Nacional había informado la semana pasada del decomiso de abundantes armas y municiones en Guayaquil y en zonas rurales del Guayas en diferentes operativos previos a la masacre del 12 de noviembre, que dejó 62 muertos en la Penitenciaría.
Los verdugos del pabellón 2 tuvieron suficiente tiempo -siete horas- para romper más de una docena de paredes con tacos de dinamita antes de la intervención de las autoridades.
La situación es de tensa calma en la Penitenciaría. Los cabecillas de la banda Los Choneros dispusieron a los privados de libertad que estén listos “para iniciar revueltas”, según una alerta de las Fuerzas Armadas confirmada este jueves 18 de noviembre.
Los policías y militares tomaron el control de techos y pasillos de la Penitenciaría, patrullando el exterior de los pabellones, desde el pasado lunes 15 de noviembre.
Efectivos militares se han apostado en las áreas verdes circundantes a los pabellones con carpas y tanques de guerra y patrullan el barrio la Germania, en el perímetro externo del penal. La Armada Nacional patrulla con lanchas rápidas el río Daule, que colinda con la parte posterior del complejo penitenciario.