Arturo M. llegó de Zaruma, El Oro, a pasar un fin de semana con su madre. Pero antes de que arribara a la casa, en la entrada de la ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas, fue asesinado.
La Policía halló su cadáver en el kilómetro 5 ½ de la vía a Quevedo. Sus familiares creen que trataron de robarle, pero él se opuso. Lo encontraron descalzo, entre la espesa vegetación. Se llevaron su celular y los documentos.
El hecho ocurrió el pasado 4 de agosto. “Arturo solo tenía 18 años. No entiendo por qué tuvieron que matarlo si ya se le llevaron las cosas”, exclama Eduardo B., padrastro del joven fallecido.
Su caso es uno de los cuatro asesinatos que se han registrado en este mes, en Santo Domingo de los Tsáchilas.
Según Lenin Bolaños, jefe de la Policía provincial, el número de asesinatos ha bajado, pero ahora se cometen con más violencia. Durante el mes pasado se reportaron 10 crímenes.
El oficial recuerda que el de Santiago C. fue uno de los casos que más conmoción causó en la comunidad. Él fue victimado el 11 de agosto pasado con varias puñaladas. Al parecer su esposa, Mercedes G., pagó para que lo asesinaran. Ella habría confesado el crimen en la Fiscalía.
En el expediente consta que Mercedes G., junto con su empleada Karina Z., planificaron la muerte y pagaron USD 1 500 a los sicarios Líder C. y Edwin C. La mujer argumentó que había sido maltratada por su pareja.
“Hemos tenido entrevistas con estas personas y a partir de los testimonios realizamos un estudio. Los responsables de estos asesinatos, en general, se sienten frustrados y vienen de hogares desestructurados”, explica Bolaños.
El padrastro de Arturo M. dice sentirse impotente por escuchar cada semana sobre una nueva muerte en la ciudad. “Soy taxista y nosotros también vivimos en riesgo permanente. Ya han matado a varios compañeros y las autoridades no hacen nada”, comenta mientras repasa las pocas fotos que conserva de su hijastro.
En una de ellas se observa al joven sonriente, en la piscina, durante un paseo con sus amigos. “Tuve que enterarme de la tragedia a través del periódico. No lo podía creer, lo habíamos buscado en los lugares que solía frecuentar cuando llegaba a Santo Domingo, pero sin resultado”. Agregó: “Cuando fuimos para averiguar con la Policía, nos dijeron que debíamos recoger su cadáver en la morgue”. El cuerpo tenía claras huellas de ahorcamiento y una herida, producto de un golpe, en la oreja izquierda, según el reporte médico legal.
Otro caso que conmovió en Santo Domingo de los Tsáchilas fue el asesinato del ex concejal Ito Menéndez, ocurrido el lunes 25 de julio, cerca de las 04:30. El hombre falleció luego de recibir dos impactos en su local donde vendía productos del mar, en el mercado de mariscos, en el oeste de la ciudad.
Una familiar contó que Menéndez bajó de la camioneta y que, al percatarse de su presencia, un desconocido se puso de pie, se acercó de prisa y mostró un arma de fuego. “Le disparó y salió corriendo”, relató.
La pariente dijo que se trató de llevar a Menéndez al área de Emergencias de una clínica privada cercana, pero no resistió.
En 1994, Ito Menéndez fue concejal suplente y se lo principalizó luego de que su titular sufriera un atentado.
En cambio, el miércoles 22 de junio César Medina, de 64 años, y director de la Escuela Eugenio Espejo, fue asesinado con dos impactos de bala cuando intentaba evitar que desconocidos le roben a una compañera docente.
Los responsables huyeron en una motocicleta, mientras el docente se desangraba en la calzada. Cuando los socorristas de la Cruz Roja llegaron aún tenía signos vitales, pero falleció durante el trayecto a una casa de salud.
Para Héctor Trujillo, representante de la Policía en el Comité de Seguridad Provincial, la violencia ha ganado terreno. El gendarme cree que urge trabajar en una cultura de seguridad. “La unión de las personas es la clave”. Pero la familia de Arturo M. dejó de creer en la justicia. “Hay que tener amigos o dinero para que se agilite la investigación y no tenemos”, sentenció el padrastro.
Las cifras de la inseguridad en la provincia
En lo que va de este año, según estadísticas de la Policía Judicial, se reportaron 53 denuncias por asesinatos en Santo Domingo de los Tsáchilas.
En esta provincia s e prevé ejecutar un plan de seguridad en el que participen el Ejército, Policía, Asociación de Ganad eros, Prefectura, Municipio, la Secretaría de Pueblos, Fiscalía y Gobernación. Sin embargo, no hay fecha de inicio.
Según el Sistema de Información para la Gobernabilidad Democrática, en el 2010 se registraron 120 asesinatos en Santo Domingo, seis menos que el 2009.
Las estadísticas del Sigob también indican que entre enero y abril de este año se denunciaron 132 robos a personas, 111 a domicilios, 71 a locales comerciales y 60 vehículos robados. Durante el 2010, se reportaron 355 robos a personas y 358 a domicilios.