CAN ratifica política de puertas abiertas con los migrantes venezolanos

Las autoridades de Migración de Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia participaron ayer en una reunión extraordinaria en la sede de la CAN, en Lima. Foto: EFE

Mientras la región se moviliza para atender la masiva migración venezolana, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro niega la existencia de la crisis.
Las autoridades migratorias de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) -integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú- se reunieron, ayer, 29 de agosto del 2018, en Lima, para coordinar futuras políticas sanitarias y humanitarias. La cita extraordinaria de emergencia fue en la sede de la Secretaría General de la CAN, por iniciativa de Perú, que ejerce la Presidencia pro témpore del organismo.
Al final del encuentro, José Arróspide, director general de la CAN, leyó el pronunciamiento oficial: “Los Estados miembros de la CAN ratifican su compromiso de respeto de los derechos humanos de los migrantes, en especial de los ciudadanos venezolanos, en el marco de las convenciones internacionales, la normativa comunitaria y su normativa interna”.
Dijo que Bolivia no firmó el documento porque no es un país que reciba un flujo migratorio numeroso de venezolanos, pero acotó que sus representantes intervinieron “muy activamente”.
En el comunicado, Colombia, Ecuador y Perú reafirmaron “el carácter humanitario de esta crisis migratoria” venezolana y se comprometieron a “fortalecer campañas y medidas de sensibilización de la población local y nacional sobre la llegada de migrantes”.

Los tres países acordaron mejorar su coordinación “para canalizar y aumentar la cooperación internacional que permita atender eficazmente esta crisis migratoria”.
Además de la reunión de la CAN, ayer en Lima, la OEA convocó a una sesión extraordinaria de su consejo permanente “para considerar la crisis migratoria” en Venezuela. Será el 5 de septiembre, en la sede del organismo en Washington.
La reunión fue solicitada por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y contará con la participación de los Estados miembros, así como de representantes de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Este encuentro se dará luego de la cita de los 13 países, convocados por Ecuador para este 3 y 4 de septiembre, en Quito.
Previo a la cita regional que se realizó en Lima, cada país adoptó medidas para afrontar este éxodo venezolano.
En Perú, las autoridades de la región Tumbes acordaron la instalación de un refugio temporal y proveer transporte a los migrantes que ingresan de Ecuador, informó el director de Defensa Civil en esa localidad, Abraham Rodríguez.
A raíz de la declaratoria de emergencia sanitaria en Tumbes por el incremento de la migración, Rodríguez explicó que acordaron “ver la posibilidad de hacer un albergue transitorio, provisional, para que puedan pernoctar y seguir su viaje” a Lima u otras ciudades.
La emergencia rige en tres distritos, porque “había gente que dormía en parques, calles, y para evitarlo, abriremos un albergue temporal”, especialmente destinado para los grupos con niños, mujeres gestantes y también ancianos.
Tumbes registró un ingreso promedio de 3 000 a 4 000 venezolanos al día, pero se ha reducido a la mitad desde el sábado 25 de agosto, cuando se empezó a exigir el pasaporte.
Rodríguez dijo que hay organizaciones de ayuda humanitaria, empresas y la Iglesia que brindan comida e incluso les han alojado en casas.
Sin embargo, las instituciones públicas “ya habían superado su capacidad de respuesta en salud, educación y transporte, porque ya no había ni pasajes para salir de Tumbes”.
Los migrantes no tienen recursos para movilizarse de Tumbes a Lima, distante a más de 1 300 kilómetros por la carretera Panamericana. “Lo que sí falta es un apoyo del Gobierno para proveerles de vehículos o buses, para que no caminen. Cambian su dinero y no les alcanza ni para un sol (30 centavos de dólar)”, expresó.
En Tumbes se vacuna a los venezolanos contra el zika, chikungunya y dengue, debido a que la zona estuvo en emergencia por el brote de esas enfermedades. “Nosotros hemos superado una serie de enfermedades acá, como el sarampión, pero la gente (de Venezuela) llega con todas esas enfermedades”.
En Brasil, el presidente Michel Temer anunció que podrían “distribuirse números” para limitar el flujo de migrantes en la frontera del estado de Roraima, en el norte del país, limítrofe con Venezuela. Esto no puede confundirse, bajo ninguna hipótesis, con el cierre a la entrada de venezolanos”, informó la Presidencia en un comunicado.
Temer había dicho más temprano que el Gobierno estudiaba la posibilidad de “distribuir números para que entren 100, 150, 200 por día, para organizar un poco más esa entrada”. Actualmente, el flujo es de alrededor de 800 personas por día, según datos oficiales.
Las declaraciones llegaron un día después de que Temer autorizara el uso de las Fuerzas Armadas para reforzar la seguridad en Roraima.
En Venezuela, el Gobierno de negó la crisis. El hecho de que haya “venezolanos que se han ido a otros países ha sido usado de manera bárbara, criminal y xenófoba por gobiernos xenofóbicos y racistas”, aseveró ayer el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, al calificar de “fake news” a la información que habla de una “crisis”.
El Gobierno de Venezuela también aseguró que ha recibido miles de solicitudes de compatriotas que desean ser repatriados, tras emigrar a países de la región. “Estamos recibiendo solicitudes por miles en nuestras embajadas (...)”, señaló el ministro Rodríguez.
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